El fabricante estadounidense Ford confirmaba ayer la propuesta de cierre de una de sus factorías de producción en Reino Unido, en concreto la fábrica de motores de Bridgend, al sur de Gales. Esta decisión se enmarca en el plan de la marca de reestructuración de su producción en Europa.
Esta factoría, al oeste de Cardiff, se encarga de la producción de motores para muchos modelos europeos de Ford, como el Ford Fiesta, y durante el año pasado produjo un 20 % de los 2,7 millones de motores de automoción fabricados en todo Reino Unido. El cierre está previsto para septiembre de 2020.
Y es que la producción del motor 1.5 litros Ecoboost cesará el próximo mes de febrero, y el acuerdo de fabricación de motores para Jaguar Land Rover también finalizará en septiembre de 2020, según refleja Automotive News. En cualquier caso, Ford promete ofrecer oportunidades a los empleados para su reubicación en otras plantas de producción en Reino Unido.
"Los cambios en las demandas de los clientes, los impedimentos a nivel de costes y la falta de otros modelos de motores para la continuidad de Bridgend hacen que la planta sea económicamente inviable en los próximos años", afirmaba ayer el presidente de Ford para Europa, Stuart Rowley. Esta planta se suma a otras en Alemania, Francia o Rusia que Ford también cerrará.
El fabricante de Detroit calcula que los costes asociados al cierre de la factoría ascenderán a casi 600 millones de euros, de los cuales más de la mitad (alrededor de 355 millones) corresponden a las indemnizaciones que se pagarán a los empleados. El resto de gastos están asociados a la amortización y la depreciación de sus activos.
Ford ha insistido en que seguirá apostando por otras de sus instalaciones en Reino Unido, como la de Dagenham, y sus más de 9.000 trabajadores en el país, si bien esta decisión sobre el cierre de la planta de motores de Bridgend ha provocado críticas por parte de los sindicatos de trabajadores, quienes han anunciado que se opondrán a esta medida y buscarán el apoyo del gobierno de Gales y el parlamento británico.
Durante mucho tiempo los trabajadores de Bridgend hicieron fuerza para atraer a dicha factoría la producción de tecnologías para coches híbridos y eléctricos, aunque no dio sus frutos. En España supimos ayer que Ford Almussafes ensamblará baterías para coches híbridos -el Ford Kuga, por ejemplo- a partir de 2020.
A vueltas con el Brexit
Como muchos otros fabricantes de automoción que cuentan con plantas de producción en Reino Unido, el futuro de las operaciones de Ford en el país británico dependen en buena manera de la forma en que el gobierno de Westminster acuerde la salida de la Unión Europea.
Ford ya anunció a principios de año que un brexit duro, sin acuerdo, tendría "catastróficas implicaciones" para su actividad en Reino Unido, donde es la marca líder del mercado de automóviles. Honda, por su parte, también anunció el pasado mes de febrero que ante un brexit duro cerraría su factoría de Swindon, lo que supondría el despido de 3.500 trabajadores, y Nissan no seguirá produciendo el X-Trail en Sunderland.