
Si tu coche expulsa por el tubo escape un humo más denso y de un color diferente al habitual suele deberse casi siempre a una avería mecánica. Pueden ser caras, pero asumibles, o bien directamente que no te salga a cuenta hacer la reparación.
Ya te hemos explicado lo que significa el humo excesivamente negro del escape, ahora vamos a contarte qué le ocurre a tu coche si el humo es blanco o si es azulado. En ambos casos, lo recomendable es que no lo dejes pasar: puede ocasionar un estupendo efecto dominó de averías.
Humo blanco: el motor está quemando refrigerante
Cuando tu coche expulsa un humo denso y blanco puede tener dos causas: si tienes suerte es solo condensación en el tubo de escape, pero si no la tienes es que el motor está quemando refrigerante.
Algo normal, o una avería muy grave: cómo saberlo. Cuando se trata de mera condensación es solo vapor de agua. Es algo habitual con bajas temperaturas, en otoño e invierno. Si el coche ha estado aparcado en la calle varias horas, se forma una película de humedad en el tubo de escape: al arrancarlo y empezar a circular, saldrá humo blanco, algo más denso de lo habitual, pero no mucho. Así, pasados cinco o diez minutos circulando, volverá a ser normal. Y puedes respirar tranquilo: el motor de tu coche está bien.
Pero si persiste y sigue siendo muy denso, pasamos al segundo caso: es una avería mecánica. También es indicativo un olor dulzón del humo, como de caramelo líquido. Se puede dar tanto en motores diésel como de gasolina: de alguna manera se está filtrando líquido refrigerante dentro del motor, y se está quemando en la cámara de combustión.
Reparaciones caras o muy caras. Que entre refrigerante a la cámara de combustión puede deberse a dos motivos: porque la junta de la culata esté reventada o bien por una grieta en la culata o en el bloque motor. Dependiendo de lo que sea, podremos repararlo o bien directamente jubilar nuestro coche.
Arreglar la junta de la culata no es barato, pero puede ser asumible: no es una pieza muy cara (aunque depende del coche), pero sí la reparación pues exige muchas horas de mano de obra, ya que hay que abrir el motor. Dependiendo de la mecánica llevará más trabajo o menos: en el mejor de los casos esta reparación será de unos 800 euros y de ahí en adelante.
Pero sí que hay que reparar la culata o el bloque el motor, hablamos de averías aún más caras. Como señala el RACE, ambos casos ya rondan los 2.000 euros solo en piezas, sin incluir la mano de obra. Hay opciones más baratas, como por ejemplo rebajar y fresar la culata, pero esto no siempre subsanará el problema.
En todo caso, en cuanto detectes un humo blanco, denso, de olor dulzón y permanente lo aconsejable es que pares el coche, llames a la grúa y lo lleves al taller. Que entre refrigerante en la cámara de combustión puede dañar numerosos sistemas de la mecánica. Para empezar no se estará refrigerando correctamente el motor, pudiendo sobrecalentarse. También puede provocar otros fallos que provocarán que se encienda el testigo del motor, mermando preventivamente las capacidades del coche.
Humo azul: el motor está quemando aceite
Cuando el humo del escape del coche es azul (blanquecino azulado más concretamente), también indica una avería grave del motor: en su interior se está quemando aceite. Es decir, que se está filtrando aceite en la cámara de combustión. También puede darse en motores diésel y gasolina, ya sea sobrealimentados o no.
En este caso caso hablamos de una avería (normalmente) generada por el desgaste de algunas piezas de la mecánica. Por tanto se puede dar en motores con ya muchos kilómetros y que han circulado a un régimen elevado de vueltas.
Por lo general varias posibilidades que provocan esta filtración al interior del motor: lo más habitual es que se deba al desgaste del turbocompresor o de piezas del propio motor, como los retenes de las guías de válvulas. Toyota también indica que puede darse porque la junta de la culata esté en mal estado.
1.000 auros en el mejor de los casos. El precio de esta reparación depende de en qué componente se produzca, pero nunca es barata. Si se trata de una avería del turbo, que puede darse porque los cojinetes de fricción del turbo va cogiendo holgura, puede suponer entre 1.000 euros o 3.000 euros.
En caso de darse en motores atmosféricos, sin turbo, es aún más preocupante ya que afecta al bloque motor en sí. Ya sea por un desgaste de los retenes o los segmentos, es necesario abrir el motor por la culata, siendo una reparación más compleja y disparando su precio.
Como ocurre con el humo blanco, si lo detectas en tu coche no deberías dejarlo pasar: que el motor queme aceite en la mezcla puede afectar a otros componentes como el catalizador, que no está diseñado para recibir aceite. Y dado que entre sus componentes encontramos varios metales preciosos, su precio es bastante elevado: su sustitución es de unos 1.000 euros para coches diésel y de unos 600 euros para modelos de gasolina.
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