Tras 30 años en el mercado y cinco generaciones a sus espadas la marca italiana renueva el Fiat Ducato, que tiene algunos cambios importantes para seguir siendo competitiva, pero cuyo exterior permanece inalterado.
En concreto se renuevan todos los motores (que ahora son Euro 5), y el interior recibe algunos cambios para dar al Fiat Ducato un aspecto más refinado. Además se han añadido algunas novedades de equipamiento.
No obstante, antes de entrar en materia y analizar el vehículo y sus novedades, deberíamos aclarar la composición de la gama Fiat Ducato. Resumiendo diremos que hay unas 2.000 combinaciones de carrocería-motor-mecánica.
Esto se consigue gracias a que se puede escoger básicamente entre 3 batallas, 4 longitudes y 3 alturas diferentes (para furgones), 8 volumetrías del espacio de carga, 3 tamaños diferentes de puerta corredera, 2 arquitecturas de mecánica (dependiendo de la MMA) y 4 motores para elegir.
Estas opciones se configuran dentro de 3 tipos de Fiat Ducato: vehículos orientados al transporte de mercancías, de personas y bases para transformaciones y carroceros.
Impresiones del interior del Fiat Ducato
En esta prueba pasaremos directamente a analizar las impresiones del interior. El exterior es de sobra conocido por todos, y no presenta casi ningún cambio. Además es idéntico al que tienen los Citroën Jumper y Peugeot Boxer.
Pues bien, lo primero que tenemos que valorar en este tipo de vehículo es la facilidad con la que se entra en el habitáculo, y en este caso las sensaciones son buenas. El marco de la puerta es lo suficientemente grande y la estribera que facilita la maniobra tiene un tamaño y posición adecuados.
No me ha gustado tanto la visibilidad, ya que el pilar B está cerca de nosotros, de manera que si, por ejemplo, estamos en una incorporación en la que ambas vías forman un ángulo pequeño, deberemos inclinar mucho el cuerpo hacia adelante para cerciorarnos de que no viene nadie.
En la mayor parte de los casos será suficiente con usar el espejo retrovisor, pero hay ocasiones en las que el ángulo de visión del retrovisor no cubre todo lo que nosotros querríamos cubrir.
Una vez dentro nos encontraremos con un habitáculo espacioso, y un volante de gran tamaño en una posición más horizontal de lo que es habitual respecto a cualquier turismo (esto es común en todos los vehículos de este tipo).
En un vehículo comercial es muy importante la cantidad de huecos que tengamos a nuestra disposición dentro del habitáculo, en este aspecto el Fiat Ducato saca un notable, no está mal dotado, pero podría mejorar.
Concretamente, en la puerta hay dos huecos, uno de ellos de gran profundidad (tanta que no podremos acceder al fondo del mismo si no abrimos la puerta).
Al haber un hueco más pequeño en la puerta, este fallo queda mitigado, pero no solucionado, ya que el compartimento más pequeño apenas tiene espacio para colocar un móvil y una cartera.
El resto de portaobjetos se concentran en el lado de pasajero, si bien es cierto que hay una guantera central con llave que puede resultar muy útil. Ninguno de estos huecos presenta un tapizado para proteger los objetos que pueda contener. Hay otra pequeña guantera de este tipo situada debajo de los botones que controlan las luces antinieblas.
Si nos centramos en el resto de los elementos del habitáculo veremos un vehículo funcional, algo espartano, que pretende simplificar al máximo las cosas. La máxima expresión de esto es el cuadro de mandos, compuesto por cuatro relojes (temperatura, nivel de gasolina, velocidad y cuentarrevoluciones) y un pequeño display.
La calidad de acabados en las versiones más caras es bastante buena para el tipo de vehículo del que estamos hablando. El panel central está en estos casos recubierto con un plástico negro brillante que nos recuerda a los materiales empleados en un turismo, sensación que se verá acentuada si montamos el climatizador automático, que viene acompañado de una pequeña pantalla informativa.
Por contra, en las versiones más baratas no tendremos radio instalada, y el salpicadero estará presidido por dos grandes huecos donde instalar un autorradio, con lo que la sensación de calidad general disminuye.
En realidad no me parece que esté por debajo de otros competidores, como el Ford Transit, pero la diferencia entre las diferentes versiones es importante.
El puesto de conducción es el esperable en este tipo de vehículos. Se va sentado completamente vertical, con la palanca de cambios cerca del volante y los pedales (de recorrido corto) cerca de los pies, de manera que pueden ser accionados prácticamente con el giro del tobillo.
El asiento del conductor es bastante cómodo, aunque los otros dos pasajeros que pueden viajar en la primera fila no irán muy confortables, ya que no sobra el espacio y el asiento central no tiene ningún tipo de sujección lateral.
Equipamiento del Fiat Ducato
El Fiat Ducato 2011 tiene algunos elementos nuevos en lo que a equipamiento se refiere. La principal novedad es la presencia del sistema multimedia Blue&Me–TomTom LIVE, que se integra directamente en el salpicadero y permite tener navegador y manos libres en el mismo aparato.
Junto a este sistema se han añadido algunas otras novedades, como una pinza plegable portadocumentos o la guantera refrigerada. Además, para las versiones orientadas al transporte de pasajeros se han previsto algunos acabados específicos para el salpicadero, así como diferentes tipos de tapizados para los asientos.
Por último, y también como novedad, existe la posibilidad de montar el sistema Eco:Drive Professional, una aplicación gracias a la cual, una vez volcados los datos a nuestro ordenador mediante un pen-drive, podremos analizar lo eficiente que es nuestro estilo de conducción.
En la próxima parte analizaremos el comportamiento del Fiat Ducato en el circuito de pruebas de Balocco, yo no me lo perdía.
En Motorpasión | Fiat Ducato, presentación y prueba en Italia (parte 2)