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¿Más de 600 kilómetros con un coche de ciudad? Nos llevamos al Toyota AYGO x-ky de road trip

¿Más de 600 kilómetros con un coche de ciudad? Nos llevamos al Toyota AYGO x-ky de road trip
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De un tiempo a esta parte, hemos ido viendo cómo los pequeños urbanos se han convertido casi en coches de capricho. Diseños cada día más cuidados, atractivos y además, con muchas posibilidades de personalización. De hecho, esta última parte se hace muy destacable en el segmento, dando lugar a coches casi únicos. Las amplias posibilidades de combinar pequeños detalles, colores y equipamiento, permiten crear casi un coche al gusto de cada uno.

Hablamos de coches que se desenvuelven como pez en el agua en entornos urbanos, no en balde, han sido desarrollados precisamente para eso, para darlo todo en ciudad. Esto conlleva algunas cosas que pueden ser un hándicap cuando nos planteamos otros recorridos de mayor envergadura. Al menos eso es lo que dicen los tópicos, ¿no? Cuanto mayor sea la categoría de un coche y su tamaño, más cómodo será viajar. ¿Cuánto de real sigue siendo esto hoy en día?

Toyota Aygo X Ky 9

Esto provoca que un modelo urbano como el Toyota AYGO x-ky, que nos dejó la marca durante un fin de semana, termine haciendo la función de segundo coche. Pero claro, no todo el mundo se puede permitir el lujo de tener dos vehículos y en ocasiones, tampoco puede permitirse adquirir uno de mayor tamaño. Sin contar con aquellas personas que directamente, no quieren coches grandes. Hay muchos conductores que tienen como único coche un modelo urbanita por diferentes factores, como son su coste de mantenimiento o el precio de compra, usándolo para todo, incluso para viajes de largo recorrido.

¿Locos como cabras? Es posible, nadie se salva de estar un poco loco y mucho menos nosotros, así que nos liamos la manta a la cabeza y nos propusimos comprobar si el Toyota AYGO x-ky sirve para algo más que circular por entornos urbanos.

Carretera y manta. Cerca de 400 kilómetros por delante, para empezar

Toyota Aygo X Ky 11

Vamos a reconocer que fue todo un poco acelerado, repentino. Recogimos el Toyota AYGO x-ky en la sede de la marca, en Madrid, el viernes a mediodía y teníamos que entregarlo de vuelta el lunes. Tres días por delante, o mejor dicho dos, porque el viernes ya no podíamos usarlo para nuestros objetivos. Por tanto, había que planearlo todo el viernes y llevarlo a cabo entre el sábado y el domingo.

Con poco tiempo disponible, había que inventar algo que simulara un viaje largo, en un sólo día. Así podríamos emplear el otro para las fotos y para otra serie de recorridos que completaran la prueba. Al final, el recorrido que realizaríamos el sábado quedó claro: saldríamos de Collado Villalba hacia Segovia. De Segovia partiríamos hacia Valladolid y desde ahí, hacia Ávila para volver a Collado Villalba. Casi 400 kilómetros que deberíamos recorrer en un día con sus respectivas paradas. Nada del otro mundo realmente, pero nunca se sabe.

Toyota Aygo X Ky 17

Teníamos como referencia la prueba que ya pudimos hacer del Toyota AYGO x-wave, aunque en esta ocasión la unidad de prensa no montaba el cambio automático x-shift, sino el manual de cinco relaciones. El resto era prácticamente igual, incluido el techo de lona plegable y el navegador x-nav, a excepción de algunos detalles de equipamiento. Es decir, sabíamos que el AYGO responde muy bien en poblado y en algunas salidas a carretera de no más de 40 kilómetros, con un consumo bastante reducido.

Otra cosa clara era que evitaríamos peajes. Siempre por secundarias y nacionales lo que nos llevaría a terminar el recorrido con un solo depósito de combustible si tenemos en cuenta que los datos oficiales declaran un consumo de 4,1 litros de media y contamos con una capacidad de 35 litros en el tanque.

El Toyota AYGO x-ky se portó mejor de lo esperado

Toyota Aygo X Ky 18

Llegado el sábado, tomamos la carretera y comenzamos con el viaje. Íbamos con algunas reservas, delante nuestro se ubicaba un pequeño motor de tres cilindros y 998 centímetros cúbicos, con 69 CV a 6.000 rpm y 95 Nm a 4.300 rpm. El mayor miedo venía de los adelantamientos, si nos encontrábamos algún camión por el camino o cualquier otro vehículo lento, habría que tener las cosas claras.

Pero al final, todo fue rematadamente bien. En carretera el AYGO no tiene complejos. Se pone a velocidades de retirada de carnet con una facilidad que no te esperas para un motor tan pequeño. La estabilidad no flaquea y sin exagerar, puedes marcar medias bastante altas para el tipo de coche que es. Además, la insonorización aisla bastante bien el ruido exterior sin que por ello te sientas en una burbuja.

Toyota Aygo X Ky 51

La sensación de seguridad es elevada. No da la impresión de ser un coche tan pequeño, cuya batalla se queda en 2.340 milímetros y su anchura llega a los 1.615 milímetros. Se va con mucha confianza incluso en asfalto roto, con curvas de diferente trazado y sí, en adelantamientos. Era inevitable encontrarse con esta situación. Además, el peor momento del viaje: un camión articulado con la señal de vehículo largo y proyectando todo tipo de guarrería al parabrisas.

Teniendo en mente que los 69 CV llegan a 6.000 rpm, bajamos dos marchas y en cuanto pudimos, hundimos el pedal hasta el fondo. El resultado fue un adelantamiento muy limpio, rápido y seguro. El Toyota AYGO salió como un tiro con el motor girando casi arriba del todo (llegamos a ver las 5.500 rpm) y con un sonido que hasta nos animó a seguir un rato más así, dejando al camión muy atrás. No volvimos a tener problemas ni dudas en los adelantamiento. Sólo había que tener el motor por encima de las 4.000 rpm.

Y lo mejor de todo es que los consumos se mantenían en unos niveles más que aceptables. En algunos momentos con los ánimos subidos, el ordenador nos decía que la media era de unos 6,5 litros. Pero a velocidad constante y con medias no confesables, el consumo rondaba según lo indicado en el cuadro, entre 5 y 5,2 litros cada 100 kilómetros.

Cómodo en cualquier circunstancia

Toyota Aygo X Ky 22

Todo iba muy, pero que muy bien. Nos lo estábamos pasando en grande, disfrutando de algún tramo del recorrido con bastantes curvas, como el puerto de la Cruz de Hierro por donde nos llevó el GPS (recomendable 100% si te gustan las curvas y las buenas vistas). Apenas se notaba el paso de los kilómetros.

En carretera convencional las suspensiones trabajan bien, contienen la carrocería más de lo que se podría esperar y ofrecen una comodidad que al final se agradece. En autopista los problemas brillan por su ausencia, aumentando la sensación de seguridad y la comodidad muchos enteros (una autopista poco misterio tiene). En carreteras secundarias, donde el asfalto suele estar algo peor mantenido, tampoco encontramos problemas destacables más allá de los típicos que cualquier coche puede tener como son baches en pleno apoyo, asfalto ondulado o zonas agrietadas que si no tienes cuidado, te dan algún susto.

Toyota Aygo X Ky 29

Al final, tras haber recorrido unos 398 kilómetros sumando algunos recorridos urbanos para aprovechar y ver cosas interesantes, llegamos al punto de partida bastante enteros. La sensación de cansancio no era mayor que en cualquier otro viaje con coches más grandes. Nos habríamos atrevido a recorrer otros 400 kilómetros sin problemas y además, todavía nos quedaba algo de gasolina.

Por tanto, podemos decir que sí, que puedes viajar con un modelo urbano sin mayores problemas que su contenida potencia, pensada para recorridos en ciudad y su pequeño depósito, propiciado por el tamaño general del coche. Mejor si sólo viajan dos personas, el maletero no permite grandes alardes y las plazas traseras no están diseñadas para largos viajes, pero pueden cumplir sin problemas.

Más de 200 kilómetros extra para terminar

Toyota Aygo X Ky 33

Cuando el domingo nos pusimos a comentar las conclusiones del viaje, terminamos decidiendo que para rematar, íbamos a ir visitar más sitios. Primero, nos fuimos a Talamanca del Jarama antes de comer. Unos 60 kilómetros pasando por Guadalix y por Venturada (y otros 60 de vuelta). Un trazado donde retiramos el techo de lona disfrutando una barbaridad.

Por la tarde nos fuimos a Sotosalbos, un pueblo realmente pequeño en Segovia, a unos 60 kilómetros de nuestro punto de partida, que tiene una iglesia muy bonita. Pero justo cuando llegamos se nos puso a llover a cántaros y decidimos que era mejor volver, así que no pudimos sacar fotos allí. No obstante, el trazado, que pasa por La Granja de San Ildefonso y Torrecaballeros, volvió a demostrar que al Toyota AYGO x-ky no le importan las distancias ni la orografía.

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