Estamos casi seguros de que no vas a leer este artículo a pleno sol, a 40 grados y sudando “la gota gorda”. Toda actividad, por muy relajada que sea, necesita un entorno adecuado o, mejor dicho, unas condiciones ambientales lo más idóneas posibles para poder realizarla.
En este periodo en el que disfrutamos de nuestras ansiadas vacaciones, el calor es un compañero de viaje y, aunque parece que a veces queremos huir de él, lo cierto es que incluso deseamos que nos espere cuando lleguemos al destino.
La temperatura puede tener mucha influencia en el éxito o el fracaso de cualquier acción que vayamos a realizar, y conducir es una tarea que requiere la mejor de las condiciones.
¿Cuáles son los efectos en el conductor?
El calor nos vuelve lentos y torpes, en gran medida ralentiza nuestras decisiones y nos hace ser menos eficaces en las respuestas. No olvidemos que, cuando conducimos, son muchas las respuestas que debemos dar en poco tiempo y que estas sean las correctas es la base de una buena conducción.
El calor ralentiza nuestros movimientos, al tiempo que eleva el estrés y la ansiedad
Pero las altas temperaturas no solo influyen en el conductor, también las acusan el resto de los pasajeros y, en algunos casos, como pueda ser el de los niños, es posible que afecten de tal manera que sus cambios de comportamiento alteren el clima de tranquilidad necesario en el interior del vehículo.
La mejor forma de combatir el calor es evitarlo. No obstante, si no nos queda más remedio que conducir bajo su dominio, habrá que tratar de minimizar los riesgos. Vamos a hacer un repaso de algunos puntos que conviene tener en cuenta.
Planificar antes de nada
Esto es básico, viendo cómo nos afectan las temperaturas, y especialmente a grupos de población como los niños, realizar un viaje de 500 kilómetros saliendo a medio día no parece muy razonable. Hay muchos imprevistos que se pueden sumar a las altas temperaturas y convertir nuestro trayecto en un auténtico infierno.
A saber: retenciones, una avería en carretera, un mareo de algún ocupante… Sé previsor, lo normal es que no ocurra nada; pero, si pasa, el calor no es buen compañero.
Cualquiera de esas situaciones puede ser un poco más llevadera si nos ocurre con unas condiciones ambientales un poco menos calurosas. Por tanto, evitar las horas de calor, también por “lo que pueda pasar” es una sabia elección.
Protegerse del sol
No, no vamos a darle crema solar a nuestro vehículo, pero sí tratar de proteger sobre todo las plazas traseras de los rayos directos en la medida de lo posible. Una opción que contemplan algunos modelos son las lunas tintadas para dichas plazas traseras. Si no es el caso de nuestro coche, la alternativa pasa por colocar un parasol o cortinilla que permita al conductor ver el exterior en caso de necesidad.
Asimismo, hay que huir de la práctica de disponer prendas de vestir sujetas por la propia ventanilla o incluso la puerta del coche. Esta solución tapa la visibilidad al conductor y cabe la posibilidad de que salgan desprendidas a la carretera durante su colocación.
Para el conductor, las gafas de sol pueden ser un elemento imprescindible y, volviendo al principio, si este u otro pasajero queda demasiado expuesto a la incidencia de los rayos, la crema protectora es totalmente recomendable.
Agua, ¡mucha agua!
Uno de los peligros del bochorno veraniego es la deshidratación, que puede aparecer de forma repentina. Sus efectos pueden variar desde calambres musculares leves hasta el agotamiento, pasando por uno de los temibles golpes de calor.
Frente a esos escenarios, tener un “kit de supervivencia” resulta esencial, sobre todo. Si se trata de trayectos largos, con agua y fruta es más que suficiente para mantenerse hidratado. En caso de sufrir alergias, tampoco está mal tener a mano algún antihistamínico o tabletas que mantengan a raya los ojos llorosos o estornudos.
No corras riesgos, ten agua siempre a mano para evitar la deshidratación
Si vas a beber agua mientras estás conduciendo, busca el mejor momento y, si tienes a alguien que te ayude, mejor. Cuando la botella no esté en un lugar accesible, no andes buscándola mientras conduces, puedes perder el control del vehículo y provocar un acciente. Por último, aunque nos estamos centrando en las personas, tampoco podemos olvidar nuestro coche. Sus líquidos también son importantes y mantenerlos en el nivel adecuado, fundamental para no sufrir averías: anticongelante, aceite, líquido del limpiaparabrisas, etc.
¡El resplandor!
Y no nos referimos a la película, el sol en estas fechas tiene un papel preponderante. La potente luz que emite, así como los momentos de la salida o puesta de sol pueden cegarnos.
Para esta cuestión, hemos de subrayar dos consideraciones importantes. Por un lado, mantener el parabrisas siempre limpio y, por otro, asegurar que los limpiaparabrisas y el sistema de expulsión de agua funcionan a la perfección.
Mantente alerta si conduces durante las puestas y salidas de sol
Conducir con el sol de frente e incluso a la espalda nos deja muy expuestos, ya que se pierde mucha visibilidad. El resto de los vehículos parece que se borran de nuestro campo de visión y los contrastes son muy altos. Hay que tener especial cuidado en carreteras con muchas curvas, pues en cualquier giro nos podemos encontrar con el sol de frente repentinamente. Si eres peatón o ciclista ten en cuenta esta situación, es posible que muchos conductores no te vean, por muy bien que los veas tu a ellos.
El coche a la sombra para evitar el shock
Si es posible, claro. Aunque en algunas ocasiones suponga aparcar más lejos, busca siempre un lugar en el que el coche se mantenga durante el mayor tiempo posible a la sombra. Y, si te animas a calcular el movimiento del sol, estudia la situación para que, cuando vayas a utilizarlo, haya disfrutado de unas horas de sombra.
De lo contrario, no quedaría más remedio que meterse en un habitáculo que se parece más a un horno que a otra cosa. Llegados a ese punto, habría que activar un protocolo de choque: abrir las puertas, intentar que el interior baje un poco la temperatura e incluso, si es necesario, arrancar el vehículo con el aire acondicionado encendido para que se vaya refrescando antes de subirnos a él.
Antes de iniciar la marcha, baja la temperatura del interior del coche
Meternos en un coche a 40 grados es problemático para las personas mayores y niños, pero también para el propio conductor, que comienza a conducir en una situación de estrés muy alto y puede llevarle a buscar velocidad enseguida para que entre aire. En esas situaciones de calor extremo, la seguridad suele pasar a un segundo plano. En muchos casos, algunos conductores ni siquiera se ponen el cinturón de seguridad de lo caliente que está o porque no pueden ni apoyarse en el asiento. Tomarse un tiempo para refrigerar el vehículo antes de iniciar la marcha es una inversión en seguridad.
El climatizador y todas sus funciones, el gran aliado
Se trata de un importante elemento de seguridad activa, en el sentido de que actúa para prevenir un posible accidente, ¿Cómo? Muy sencillo, permitiendo al conductor que esté en las mejores condiciones.
Los climatizadores hoy en día no son meros sistemas que expulsan aire frio
Los climatizadores de Toyota permiten regular la temperatura, el flujo de aire, la dirección del mismo o calentar la luna delantera y trasera. Saber utilizar correctamente el sistema de climatización de nuestro vehículo es clave, ya que garantiza la comodidad, aporta un extra de seguridad y ahorra combustible, entre otros beneficios.
El climatizador tiene muchas opciones, desde los que actúan en diferentes zonas del habitáculo, permitiendo también controlar la dirección y recirculación del aire, hasta los sistemas Fast o ECO que adaptan su funcionamiento a nuestras necesidades con la máxima eficiencia.
Lo último: trizona y tecnología Nanoe
El climatizador trizona es el culmen de la sofisticación. No solo es capaz de actuar sobre el lado del conductor y el copiloto independientemente, también logra hacerlo en una fila trasera donde sus ocupantes podrán seleccionar la temperatura a la que quieran ir al margen de lo que hayan decidido los pasajeros de delante gracias a la consola central que tienen a su disposición.
La tecnología Nanoe es uno de los últimos avances de Toyota y está integrada en diferentes modelos, como el Toyota Camry. Al activar el climatizador, se emiten iones con carga negativa envueltos en moléculas de agua por la rejilla de ventilación del salpicadero. Gracias a ello, se mejora la humedad del interior del coche, generando un ambiente más fresco, sano y agradable.
Para terminar, dos últimos consejos. Queremos insistir en el uso de ropa adecuada en estos desplazamientos, que resulte cómoda y que te permita conducir con seguridad. Por otra parte, recuerda que lo mejor es circular con las ventanillas subidas para que así tengamos un interior controlado. No solo ahorrarás gasolina, sino que viajarás más cómodo y con menos ruido. Y, ahora sí, ¡que pases un feliz verano!
Imágenes | Pixabay/Gerd Altmann/ Steve Buissinne/Gary G/Jan Alexander/ GLady, Unsplash/Luke Ellis-Craven, Sala de prensa Toyota