Aprovechando que el año pasado el M3 cumplió 20 años y este año se ha presentado la cuarta generación, desde Motorpasión estamos haciendo un pequeño repaso a su historia, que comenzó con la primera entrega dedicada a su primera generación.
En 1992 llegaba al mercado la segunda generación del M3, basada en el Serie 3 E36. Esta versión no era estéticamente tan radical como la anterior, se evitaban elementos como pasos de rueda abombados o un alerón trasero ancho. Se diferenciaba del Serie 3 normal por las taloneras y por un diseño distinto del frontal.
Con este cambio de orientación, BMW trataba de mostar el M3 como un vehículo de calle potente, en vez de un deportivo de circuito adaptado a la calle.
Su motor, sin embargo, no perdió un ápice de deportividad: en esta ocasión sí se optó por un motor de tres litros y seis cilindros en línea de 286 caballos. El cambio era sustancial no sólo en la potencia sino en el comportamiento: el par del seis cilindros a unas revoluciones poco más altas que las de ralentí equivalia casi el par máximo de la generación anterior.
Aceleraba de 0 a 100 en 6 segundos y tenía una velocidad máxima de 250 km/h por una limitación electrónica, algo que hoy se sigue manteniendo.
El aumento de potencia y peso fue necesariamente equilibrado con un unos neumáticos y frenos capaces de controlar el coche. Sus llantas de 17 pulgadas llevaban discos autoventilados en las cuatro ruedas y un sistema ABS adaptado a las velocidades que podía alcanzar el M3. Para detenerse completamente circulando a 200 km/h necesitaba únicamente seis segundos.
En 1994 llegaba el M3 Cabriolet, basado en el Serie 3 Cabrio de cuatro asientos, que destacaba por tener un techo abatible eléctricamente y un sistema de seguridad antivuelco formado por el marco del parabrisas reforzado y dos arcos antivuelco situados detrás de los reposacabezas traseros que se expulsaban mediante un sistema pirotécnico en caso de vuelco.
En 1995 se lanzó una versión limitada BMW M3 GT Coupé, sólo disponible en color verde British Racing, con un motor 3.0 de 295 cv. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y estéticamente se distinguía por deflectores de mayor tamaño en la parte delantera y en la zaga. El ángulo del deflector delantero podía ser modificado por el conductor. Su equipamiento incluía dos airbags, asientos deportivos de napa y recubrimientos de fibra de carbono en el habitáculo.
En ese mismo año se anunciaba una actualización para su motor, que aumentaba su cilindrada hasta los 3.2 litros y la potencia hasta los 321 caballos. También se añadía una sistema de recuperación interna de los gases de escape que reducía las emisiones de óxidos nitrógeno, incorporaba discos de freno compuestos (aluminio y “fundición gris”) en las ruedas delanteras y se añadía una sexta marcha a su caja de cambios.
Por último, en 1997 la última revisión de esta generación del M3 se adaptaba al restyle de la Serie 3 e incorporaba una histórica novedad: fue el primer vehículo fabricado en serie con una caja de cambios secuencial SMG. El embrague se accionaba electrohidráulicamente y mejoraba sustancialmente el tiempo de cambio de marcha.
En 1999 llegó el final de su producción, en total se vendieron 71.242 unidades.
En unos días, la tercera y última entrega de la serie sobre el M3.
Fuente | BMW
En Motorpasión | 20 años del BMW M3 (parte 1): la primera generación de 1986