Hace unos días hemos podido ver las primeras ideas del Plan Nacional de Mejora de la Calidad del Aire, un proyecto destinado como su nombre indica, a la búsqueda de una mejora del aire que respiramos, principalmente expulsando de las ciudades a los coches más contaminantes.
El documento está en fase de ideas y entre las que se barajan es la de identificar a los coches menos eficientes con pegatinas de colores divididas en cinco categorías que tendrán en cuenta las emisiones en óxido de nitrógeno (NOx) y partículas. Rojo naranja, amarillo y verde con los números del uno al cinco en su interior y que servirán a los ayuntamientos para reconocer a los vehículos no autorizados para entrar en las Zonas Urbanas de Atmósfera Protegida (ZUAP).
La pegatina roja con el número 1 es el que llevarán los vehículos diesel Euro 0 a Euro 2, los de gasolina Euro 0 y todos los matriculado antes del 1992. La de color naranja con el número 2 será para los diesel Euro 2 con filtro de partículas y Euro 3. Por su parte el amarillo con el número 3 estará asignado a los vehículos diesel Euro 3 con filtro de partículas, Euro 4 o Euro 5, y todos los coches de gasolina Euro 1 con catalizador.
La pegatina verde con el número 4 es para los diesel Euro 6 y todos los modelos gasolina con el requerimiento mínimo de Euro 2, mientras la verde con el número 4 +, será destinada a los más eficientes, como los híbridos, los alimentados por gas y por supuesto, los impulsados por electricidad. Ahora queda en las manos de los ayuntamientos la elección de los niveles de restricción y los tiempos de aplicación, que deberían comenzar a lo largo del próximo año e ir paulatinamente ampliando las restricciones en años sucesivos.
Por supuesto, si vamos a prohibir la entrada a ciertos vehículos, los ayuntamientos deberían estar obligados a ofrecer una alternativa eficiente y económica a los perjudicados, así se contempla con la construcción de aparcamientos disuasorios gratuitos en las entradas de las ciudades con conexiones de transporte público. También se propone la creación de espacios de aparcamiento exclusivo para los modelos más eficientes, en pro de incentivar su adquisición.
En definitiva, una iniciativa muy ambiciosa que choca con las continuas promesas incumplidas de los alcaldes a la hora de afrontar de una forma seria tanto el problema de la contaminación, como los crónicos problemas de tráfico en las ciudades, algo que con estas medidas podrían paliar parcialmente, pero siempre y cuando no sean los menos acaudalados los perjudicados, al no poder permitirse afrontar la compra de un coche nuevo más eficiente.
Fuente | El Mundo
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