Hace unos meses los representantes de uno de los fabricantes más empeñados en la pila de combustible de hidrógeno, Toyota, ha afirmado que 2015 sería el año del despegue comercial de esta tecnología con la llegada de los primeros modelos con un precio minimamente populares que permitan comenzar su desarrollo definitivo.
Pero poco a poco hemos visto que los primeros coches con batería de los grandes fabricantes han comenzado ha llegar a nuestras carreteras y a pesar de hacerlo de una forma tímida, han puesto la primera piedra a una imparable evolución de la que solamente hemos visto la punta del iceberg.
Pero ahora ha sido Alain Uyttenhoven, relaciones públicas del fabricante japonés, el que nos ha recordado por que la pila de combustible ha sido desde hace unas cuantas décadas el futuro y nunca el presente y después de asegurar que el precio de las primeras unidades rondarían los 50.000 euros, ahora parece que esa cifra se ha quedado algo corta y serán 100.000 euros los que tendrán que desembolsar los valientes interesados en uno de estos modelos.
Pero el coste del vehículo es el menor de los problemas para esta tecnología ya que a diferencia de un coche eléctrico con batería, uno a hidrógeno no puede recargarse en cualquier lugar y necesita una complicada y costosa instalación de la que parece que nadie quiere hacerse cargo, lo que si nadie lo evita, supondrá una muerte lenta o su marginación a usos industriales muy limitados.
Vía | Wired
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