BMW se ha movido en los últimos años en una línea única con la movilidad eléctrica. Apostaron por la fibra de carbono como factor decisivo para aumentar la autonomía de sus enchufables, y aunque la serie i ha ocupado una posición destacable en el panorama de la movilidad elétrica, ha faltado cierto énfasis para que sus ventas fueran más significativas, y su apuesta más rotunda.
Los alemanes han querido remediar esto a golpe de electrificación con su gama iPerformance de modelos previos con el 330e, 740e, 225xe Active Tourer o el X5 xDrive40, mientras aguardan de forma algo más conservadora a la próxima década para dar el siguiendo paso y rebajan su entusiamo con la fibra de carbono. Pues bien, iniciado 2017, la estrategia no les está saliendo del todo mal, porque los eléctricos han conseguido doblar las matriculaciones con respecto al año anterior.
Claro que, no debemos perder del todo la perspectiva de este asunto. Han sido 5.232 las unidades entregadas el pasado enero. Echando cuentas, comienzan bien el año, pero no lo suficiente para ir cumpliendo el objetivo que se marcaban a finales de 2016, cuando el CEO de la compañía, Harald Krueger, hablaba de 100.000 unidades vendidas en 2017.
Quizá, después de todo, se haya excedido en esa cifra. Lo positivo del mes de enero es que la cuota eléctrica del fabricante en el mundo ha subido hasta el 3,2%. Puede parecer una minucia, pero es un pequeño logro para la movilidad eléctrica. Gran parte de culpa la tiene la actualización del BMW i3 con baterías de 33,2 kWh.
Además, BMW tiene pendiente otros dos lanzamientos para este 2017, el del BMW 530e iPerformance y el del agotador nombre MINI Cooper S E Countryman ALL4 plug-in hybrid. De este, por cierto, se comenta estos días que podría no llegar a producirse en Reino Unido, sino en Alemania, como una brexit-cuencia más
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