Uno de los aspectos que más preocupan a los conductores de cara a la integración de internet en los vehículos es el tema de los hackers. A la copia de llaves electrónicas a distancia se suma la posible pérdida del control del vehículo por culpa de una acción externa, pero lo cierto es que, por el momento, esos miedos son infundados.
Esta semana salía a la luz un vídeo en el que el periodista Andy Greenberg acompañaba a Charlie Miller (Twitter) y Chris Valasek (IOActive), ambos directivos de seguridad de sus empresas tras labrarse un nombre como hackers, en una prueba en la que se controlaba un Toyota Prius desde un ordenador.
Los sudores fríos empezarían a deslizarse por nuestra frente de no ser por el escaparate de cables necesario para alcanzar el objetivo del vídeo: anular los frenos, la dirección, cambiar los valores de la consola del vehículo... algo capaz de alarmar a cualquiera.
Sin embargo lo cierto es que el sistema no difiere mucho de lo que podría hacer cualquier mecánico con las herramientas necesarias. Para que nos entendamos, no hay una fórmula mágica que, por manos de un hacker, pueda poner en peligro nuestra seguridad, entre otras cosas porque los sistemas de control del vehículo están apoyados por diferentes sistemas y, en el caso del acceso a través de internet, está limitado únicamente a los datos ofrecidos por aplicaciones y navegadores, y no directamente ligados a otros sistemas del vehículo.
¿Es extrapolable esa confianza al mundo de los vehículos autónomos? Lamentablemente a día de hoy es casi imposible hacer una declaración totalmente tajante respecto a ello, queda esperar a conocer qué sistemas de seguridad ofrecerán vehículos como el de Google y cómo funcionarán esas conexiones para evitar posibles ataques.
Vía | Autoblog