La Asociación de Fabricantes de Automóviles de China ha confirmado por boca de su vicepresidente, Shi Jianhua, que el gobierno chino planea imponer restricciones en la compra de vehículos en ocho ciudades del país asiático.
La medida, aún sin fecha y sin confirmación por parte de las autoridades chinas, afectaría a las ciudades Chengdu, Chongqing, Hangzhou, Qingdao, Shenzhen, Shijiazhuang, Tianjin y Wuhan, y se sumaría a las restricciones ya impuestas en zonas como Pekín y Shanghái, todo con la intención de reducir la polución y la visión de China como el mayor emisor de gases de efecto invernadero.
Sin embargo la voz popular y la citada asociación de fabricantes, preocupadas por las restricciones y el efecto negativo que tendrían dichas medidas en el consumo y las industrias del país, continúan reclamando medidas menos agresivas con los vehículos y más esfuerzos para acabar con los atascos.
Según Shi Jianhua el ataque a la polución producida por los vehículos es una cortina de humo destinada a evitar hablar de las emisiones producidas por las centrales térmicas, lo que sumado a la crisis financiera pondría en serios aprietos a fabricantes y distribuidores, que durante la primera mitad de 2013 han visto como las ventas de coches aumentaban un 14%.
Como de costumbre en estos casos la información debe ser cogida con pinzas, principalmente por lo sesgados que llegan los datos desde China, pero no es ninguna novedad que el país oriental tiene un serio problema con su sistema de carreteras y la polución producida por sus ciudades, coches incluidos.
Hace un año la consultora Pike Research aseguraba que, de aquí al 2017, las ventas de vehículos eléctricos en el país crecerían un 60% cada año, sin duda una buena alternativa que, sumado al aumento del uso de motos y bicicletas eléctricas, ayudaría no sólo a reducir la polución, sino también a aligerar los atascos de sus urbes.
Imagen | Flickr Vía | Autoblog En Motorpasión Futuro | Las dos ruedas eléctricas en China empezarán a regularse de forma más exhaustiva