El Porsche 917 fue creado para ganar las 24 Horas de Le Mans, cosa que hizo en 1970 en su tercera temporada. Nunca fue ideado para poder usarlo en las calles de una ciudad ni en carretera abierta. Pero es algo que a Claudio Roddaro, residente en Mónaco, le da igual. Al igual que el coleccionista japonés que consiguió matricular un Porsche 962 C de las 24 Horas de Le Mans, él matricularía su Porsche 917 en Mónaco.
Según cuentan en Porsche, hubo dos Porsche 917 matriculados a principios de los años 70. Uno de ellos, el chasis 917-030, es sin duda el más famoso de todos. Fue propiedad del Conde Rossi, dueño de la Martini y de los Vermouth Rossi. Nadie sabe muy cómo, pero su Porsche 917 de color plata estaba matriculado en Alabama. Aunque el coche nunca debería pisar los Estados Unidos. Y desde entonces ese 917 se ha mantenido como coche de calle con matrícula.
Ese coche, para Claudio Roddaro, resultó ser importantísimo para poder matricular el suyo. El 917 de Roddaro tiene el chasis número 917-037 y nunca participó en una competición. De hecho, Porsche nunca terminó su fabricación. Bauer compró 917-037 a finales de los años 70, pero finalmente sería Gunnar Racing en California, quien terminaría la fabricación de este 917 con la ayuda de Porsche.
El Porsche 917 más original del mundo
Al no haber nunca competido, el coche es completamente original. Porsche asegura que el 95 % de sus componentes son originales. Es más, es considerado el Porsche 917 más original del mundo. De este modo, es prácticamente idéntico al 917 del Conde Rossi. Y eso es lo único que necesitaba para poder matricularlo en Mónaco. La haber un precedente, un modelo idéntico homologado en algún rincón del mundo, las autoridades monegascas lo consideran homologado.
Recuerda que, por muy pequeño que sea, Mónaco es un estado independiente (aunque forme parte de la unión aduanera francesa) y por tanto tiene sus propias reglas de homologación y de tráfico (por ejemplo, el uso del cinturón de seguridad no es obligatorio). Sea como fuere, tras varios meses de papeleo, Roddaro ya tiene su 917 matriculado y puede circular por donde le plazca.
El 12 cilindros boxer de 4.9 litros y de más de 600 CV -¡en un coche de tan sólo 600 kg!- ya ruge por las calles de Mónaco y las autopistas de la Costa Azul. Eso sí, la cara de los transeúntes, de la policía gala en la autopista y de los otros dueños de superdeportivos que abundan en Mónaco al ver este 917 con pinturas de guerra no tiene precio.
