Dejando a un lado los prototipos de Citroën, que terminaremos de repasar en breve, la estrella de la marca en París es el nuevo Citroën C3 Picasso. Poco tiene que ver con el actual C3, por el contrario, nos anticipa cómo será el futuro C3.
El Citroën C3 Picasso es un monovolumen de tamaño medio. Es relativamente grande para estar basado en un utilitario. En tamaño es similar al Renault Grand Modus, aunque algo más largo, más ancho y más bajo.
Su aspecto exterior es suficientemente dinámico como para agradar a aquellos que no simpatizan con los monovolúmenes. El diseño exterior,con formas muy redondeadas, es bastante conservador, teniendo en cuenta las sorpresas que nos suele dar Citroën.
En el Salón de París encontramos varias unidades, todas de acabados bastante altos, con algunos detalles muy interesantes como el diseño de las llantas, con personalidad suficiente como para ser un elemento clave.
Su frontal está muy remarcado con tres áreas horizontales muy remarcadas, algo que contribuye a dar un aspecto de morro con fuerza.
En algunos modelos vemos inserciones en la carrocería rojas, al igual que la línea de las llantas y el tintado de los cristales. Probablemente en los modelos de producción estos elementos sólo puedan ser de color negro brillante.
Su interior representa un gran salto en los diseños actuales de Citroën. Para mi gusto, es mucho más claro, ordenado y agradable a la vista que otros diseños de corte más futurista que estrenó el C4.
Conserva sin embargo el display en el centro de la consola, con velocímetro y cuentarrevoluciones digitales. Algunos indicadores del coche están casi del lado del pasajero, no quedan en una línea de visión tan directa como si los tuviésemos delante.
La calidad y el diseño de los elementos interiores, con un plástico ondulado acompañado de inserciones en aluminio opaco y negro brillante, le da mucha vida al interior, aunque estos adornos son de las versiones más altas de la gama.
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