Estos son los puntos claves que debes tener en cuenta antes de comprar un Mazda MX-5
El Mazda MX-5 es un coche aparte en la producción mundial. Llegó al mercado en un momento en el que nadie creía que tuviese un hueco y sin embargo se han vendido más de un millón de unidades desde 1989. Este biplaza de corte deportivo gusta a todo el mundo que lo prueba.
Desde el quemado de los track days hasta la persona tranquila que sólo lo usa para darse unos paseos. Ahí está la verdadera proeza de Mazda, el ser capaz de realizar un coche que gustará a esos dos extremos y a todos los matices que hay en medio. Y todo ello por un precio asequible, tanto de compra como de mantenimiento (similar al de cualquier utilitario). Si te sientes tentado por uno de los Mazda MX-5, esta guía de compra te ayudará a dar con el modelo que buscas.
En todas las generaciones de MX-5, como con cualquier coche, es muy importante comprobar que el mantenimiento a lo largo de los años haya sido efectuado correctamente (cambios de aceite periódicos, cambios de correa, liquido refrigerante y de frenos, amortiguadores, etc), que todas las funciones eléctricas del coche funcionan correctamente (elevalunas, radio, faros, etc), el desgaste uniforme de los neumáticos. Y por supuesto, que la capota sea estanca, que cierre correctamente y que su manejo sea fluido.
Si te decides a dar el paso, piensa que siempre puedes conseguir un mejor precio si compras tu descapotable de segunda mano en los meses más fríos del año. Cuando llega la primavera, los precios tienden a subir un poco.
Mazda MX-5 NA (1989-1998)
El Mazda MX-5 es el roadster inglés con el que las marcas británicas soñaron. La inspiración técnica vino de varios modelos, pero sobre todo del Lotus Elan. De hecho, el Mazda MX-5 de primera generación utiliza un chasis de viga central, cual guiño a la propia Lotus.
La simplicidad técnica y la ligereza son otros elementos característicos de los roadsters ingleses que el MX-5 hizo suyos. Sea como fuere, de 1989 a 1998, Mazda ya había vendido 421.107 unidades de su MX-5.
La gama original del MX-5 se componía de un solo motor, el 4 cilindros atmosférico de 1.6 litros y 115 CV. A partir de 1993, Mazda ofreció la posibilidad de escoger entre dos motores, el 1.6 litros de 95 CV y un 1.8 litros 130 CV. Evita el de 95 CV, se queda un poco corto de potencia, mientras que los de 115 CV y 130 CV son motores típicamente atmosféricos, casi old school. No hay que dudar en estirar las marchas o reducir para sacarle partido. Por suerte, la caja de cambios es una delicia en su manejo, con movimientos precisos y cortos. Cabe destacar que algunos modelos equiparon diferencial trasero autoblocante.
Qué comprobar antes de comprar
Los motores de la primera generación tienen la merecida fama de ser indestructibles. Si se respeta el mantenimiento, pueden durar más de 250.000 km. No es extraño que el motor pierda algo de aceite por la junta del cubreculata. No es catastrófico si se vigila el nivel de aceite, pero tocaría cambiar la junta cuanto antes.
Como con cualquier motor que use correa de distribución, comprueba su estado y cuando ha sido cambiada por última vez. A destacar que en los 1.6 litros la polea de la correa de accesorios puede tener juego con el motor en marcha, tocaría cambiarla antes de que se desprendiera y causara un desastre.
El manejo de la caja de cambios debe ser perfecto. Si te cuesta meter una marcha, no entra bien o el recorrido no es totalmente fluido es que hay un problema. Puede indicar un mantenimiento descuidado, falta de aceite en la caja o un problema en el embrague. En ese caso es mejor seguir buscando, será por MX-5 en el mercado...
Curiosamente y a pesar de un tratamiento anticorrosión, y siguiente la tradición de los roadsters ingleses, la carrocería no se libra de la posible corrosión. Es algo a vigilar, pues si hay paneles con óxido (sobre todo en las zonas bajas del coche), éste podría haber llegado hasta el chasis.
Los brazos de la suspensión delantera también pueden sufrir de corrosión. Que los compruebe un mecánico en un elevador. Y de paso, aprovecha para comprobar el estado del subchasis delantero. Por otra parte, no dudes en efectuar una puesta a punto de la geometría de las ruedas, pues tanto los ángulos de caída, convergencia/divergencia y avance pueden verse alterados.
Mazda MX-5 NB (1998-2005)
La segunda generación del Mazda MX-5, la NB, supuso un cambio relativamente marcado con respecto al modelo original. Con esta nueva generación, decíamos adiós a los faros escamoteables mientras que la toma de aire inferior -que en el original recordaba a la de los Lotus Elan o Austin-Healey Sprite, era aquí mucho más pequeña. Los voladizos son también más grandes. A bordo, el salpicadero está mejor resuelto que en el NA. A nivel estético es el que parece gustar menos de todas las generaciones, pero sobre gustos no hay nada escrito.
Dos motorizaciones estaban disponibles, el 1.6 litros de 115 CV con cambio manual de 5 marchas y el 1.8 litros de 145 CV con cambio de 6 relaciones. Hubo un cambio automático de 4 relaciones, pero no se corresponde con la filosofía del coche.
Con 100 kg más con respecto al NA, algunos encontraran el 1.6 litros un poco justo de potencia. El 1.8 litros es la versión más gratificante de conducir especialmente si uno de los que equipan diferencial trasero Torsen opcional (a partir del año 2000), será aún más divertido. En 2001, el NB fue objeto de un restyling. A partir de 2002, el 1.6 litros puede equipar el cambio manual de 6 relaciones en opción.
Qué comprobar antes de compra
La corrosión puede ser un problema en la carrocería de este coche, especialmente en los bajos y las aletas traseras. El capó también padecer oxidación si los agujeros de drenaje están obstruidos. Como en todos los cabrios, comprueba la estanqueidad de la capota.
El motor 1.8 litros es casi indestructible, solo hay que comprobar que no tenga fugas de aceite. Enn frío, un cierto traqueteo es normal y en caliente ya no se oye. Si una vez el motor caliente, el traqueteo se mantiene, probablemente sean los taqués hidráulicos. Implicaría un nivel de aceite bajo o un fallo en la presión de aceite, por ejemplo. En cualquier caso evidencia un mantenimiento deficiente; mejor buscar otra unidad.
El manejo de la caja de cambios debe ser preciso y fluido, si algo engancha o una marcha no entra a la primera, problema. Comprueba los frenos -(las pinzas traseras tienen tendencia a coger juego), el pedal de freno no debe tener recorrido muerto. Y por último, el embrague. El pedal no debe quedarse clavado abajo (fallo en el sistema hidráulico).
Mazda MX-5 NC (2005-2015)
La tercera generación del Mazda MX-5 supuso un cambio radical. El coche es más grande, tiene más equipamiento, es más pesado y algunos medios consideraron que se alejaba del espíritu del MX-5 original. Sea como fuere, personalmente lo recuerdo como un coche muy vivo, reactivo y muy fácil de controlar. Realmente puedes experimentar qué es hacer uno con el coche.
La gama se componía de un motor de 1.8 litros de 126 CV con cambio manual de 5 relaciones y un 2.0 litros de 160 CV con cambio manual de 6 marchas y autoblocante Torsen. En 2006, llegó una versión con techo duro retráctil (con el motor 2.0 litros y amortiguadores Bilstein en España).
En 2008 llegó el primer restyling dotándolo de un frontal ligeramente más afilado. Se modificaron las suspensiones y se dejó subir el 2.0 litros hasta las 7.000 rpm. En 2012, con motivo de un nuevo restyling el capó pasó a equipar una carga pirotécnica para elevar el capó en caso de atropello de un peatón y sobre todo se mejoró el tacto del acelerador y del freno para una mayor conexión del conductor con el coche.
Qué comprobar antes de comprar
Realmente poca cosa hay que comprobar, aparte de los elementos habituales como en cualquier coche. Esta nueva generación adoptó una distribución por cadena en toda la gama. No falla, pero sí pueden -raras veces- fallar los tensores. Globalmente, es un motor que no da problemas, por lo que si aprecias humo azulado o un traqueteo en el motor es mejor seguir buscando.
Las primeras unidades utilizaban un refrigerante normal que debía sustituirse cada dos años -como en casi todos los coches-, pero era esencial en este MX-5 para evitar al oxidación del bloque de aluminio. A los pocos años, Mazda introdujo el refrigerante tipo FL22. Hay que cambiarlo a los 11 años o 200.000 km (lo que se alcance primero).
La caja de cambio debe ser precisa y funcionar de forma fluida. En la de seis marchas, en frío, de primera a segunda puede enganchar un poco, pero una vez caliente, los cambios son suaves. Comprueba también que el diferencial trasero no haga ruido (levanta el pie del acelerador y deja ir el coche un poco con la inercia para averiguarlo).
Otro punto a comprobar es si hay algún ruido sordo que proviene de las suspensiones, seguramente provenga de los pivotes y/o silent blocks de las barras estabilizadoras.
Mazda MX-5 ND (2015-)
El Mazda MX-5 ND es la generación actualmente en venta y que, como en las anteriores generaciones, nos ha enamorado. Ya sea en versión roadster como en la “cupé-targa” RF. Y aunque es todavía pronto para hablar de fiabilidad y qué elementos pueden fallar, sí que hubo algunas llamadas a revisión. Si el modelo que te interesa está en la red de concesionarios oficiales Mazda, puedes ir los ojos cerrados y además contará con garantía oficial. Si no es el caso, estas han sido las llamadas a revisión más importantes que experimentó el MX-5 ND.
En octubre de 2017, Mazda USA llamó a revisión los MX-5 fabricado antes de octubre de 2017 por un fallo en la caja de cambios. En algunas unidades, el cambio hacía ruido, incluso en punto muerto y con el motor en el ralentí, mientras que en otros casos era imposible engranar la segunda y/o la tercera marcha.