No es nada nuevo eso de que "cuanto más pequeño más fácil es aprender a hacer algo" y, si echamos un vistazo al mundo de la competición, parece que hay pique por conseguir el galardón de ser el más joven en conseguir logros.
Por eso no resulta raro cuando ves un reportaje sobre un piloto de motos que empezó a montar con dos o tres años, otro de coches que ya era el terror de los karting aunque en las paradas en boxes se ponía el chupete o cosas por el estilo. El drifting es una disciplina de moda, derrapar mola y resulta económico. Pero ¿cuál es la edad mínima para ponerse a quemar rueda?
Pues parece que este padre lo tiene claro, tres años es edad suficiente para que su hijo se ponga a hacer ceros con el BMW Serie 5. Además tiene tanta confianza depositada en su pequeña estrella que ni siquiera opta por la seguridad de un circuito, le vale con una pequeña explanada de cemento... En fin...