A mi la fibra de carbono es un material que me apasiona, la encuentro bonita, práctica y extremadamente diferenciadora, pero no se si por mucha pasta que tuviese llegaría al extremo que el nuevo paquete de Mansory, uno de los preparadores más exclusivos que existe, propone para Aston Martin y que se ha podido ver en el Salón de Frankfurt.
Con fibra de carbono por los cuatro costados, la modificación de Mansory cuesta la friolera de 380.000 euros extra sobre un Aston Martin DB9, aunque también se puede montar sobre el DBS. Con ella se consigue un coche único forrado del negro y ligero material objeto de deseo tanto por fuera como por dentro, con multitud de paneles hechos a medida.
Con el paquete se añade un sistema de escape deportivo en acero inoxidable que presenta dos salidas traseras centrales en el nuevo difusor posterior, y no quiero ni imaginar si han conseguido mejorar la melodía del deportivo inglés como debe sonar la joyita.
La suspensión ha sido rebajada y se han modificado las geometrias para ofrecer un comportamiento mejorado, lo que unido al nuevo conjunto aerodinámico que incluye faldones, nuevas tomas de aire en el capó para mejorar la respiración del V12 y un discreto alerón trasero, mejorará las prestaciones del Aston Martín DB9/S.
Las llantas en negro maridan muy bien con el color natural de la fibra de carbono y se han montado de 20 pulgadas en el eje delantero y de 21 pulgadas para el eje trasero. El calzado se ha confiado a unos pegajosos Dunlop Sport Maxx en medidas 255/30 ZR20 y 295/25 ZR21 y las pinzas de freno van pintadas de color rojo, a juego con el interior.
Y es que una vez dentro el piloto de esta bala de carbono que es el Mansory Cyrus se encontrará de nuevo profusión de este material en conjunción con otros de semejante nivel, todo con un contraste negro-rojo intenso. Así los asientos y multitud de detalles, que tienen los logotipos bordados, están realizados en cuero cosido a mano en este color.
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