Volvo lo tiene claro: el negocio está en los SUV y quiere exprimirlo. La firma sueca aumentará su número de todocamino en la gama y reducirá las berlinas y familiares durante su transición anunciada al coche eléctrico total.
"Tradicionalmente, hemos tenido sedanes, rancheras y SUV. Ahora vendemos alrededor del 75% de SUV, lo que significa que necesitamos más SUV. Ahora tenemos el C40 Recharge y estamos planeando un SUV más pequeño por debajo de la serie 40", ha asegurado Håkan Samuelsson, CEO de Volvo, en declaraciones a Autocar.
Esa transición hacia el tándem coche eléctrico-SUV se materializará a corto plazo en una variante cero emisiones del Volvo XC90, prevista para 2022, y un nuevo modelo más pequeño que el XC40 y que presumiblemente se denominará Volvo XC20. También se espera un hermano mayor para el XC90, el Volvo XC100.
Estos dos últimos utilizarán la plataforma de código abierto SEA (Sustainable Experience Architecture), desarrollada por Geely, marca dueña de Lynk & Co y de Volvo, entre otros.
Los puntos fuertes más reseñables de esta arquitectura es que puede albergar un motor de combustión interna que actuaría como generador en caso de una versión de autonomía extendida o híbrida en serie, y una autonomía que la marca cifró en 700 km, sin dar más detalles por ahora.
Seguirá habiendo berlinas y familiares en Volvo
¿Este movimiento de Volvo implica que desaparecerán de su gama las berlinas y las versiones familiares? No.
"Necesitamos menos variantes de sedanes y wagons; tenemos un montón de wagons hoy con los V60, V90, Cross Contry y muchos sedanes, largos y muy largos; todavía los tendremos en el futuro, pero probablemente no tantos", ha asegurado el ejecutivo del fabricante sueco.
Al mismo tiempo, Samuelsson ha dejado abierta la puerta a un coche eléctrico "práctico y más bajo" puesto que podría ser "realmente interesante, especialmente porque nos volvemos eléctricos y necesitamos una menor resistencia al aire", ha explicado el directivo sin ofrecer por ahora más detalles.
Todo ello en un contexto en el que Volvo pretende que para 2025 el 50 % de sus ventas globales sean coches totalmente eléctricos, con el resto de híbridos. Para ello, la firma dejó entrever cuando presentó su hoja de ruta que contará con hasta siete modelos cero emisiones para dicho año.
Veremos cómo evoluciona la transformación de Volvo a un futuro que, en su caso, estará dominado por SUV eléctricos.
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