A la vez que se presentó en Fráncfort el nuevo Volvo C30, hizo aparición la versión más eficiente del compacto sueco. No es el primer Volvo C30 DRIVe, pero el nuevo modelo es especialmente frugal. Su consumo de gasóleo es 3,8 l/100 km, mejor que algunos utilitarios de alta eficiencia y menor potencia.
Sigue utilizando el motor 1.6D de 109 CV, de origen PSA-Ford. Tiene Stop&Start para ahorrar carburante al ralentí, como el C30 DRIVe vigente, solo que ese modelo gasta 3,9 l/100 km. El depósito es 3 litros más pequeño, así que el modelo que vendrá a final de año no tendrá más autonomía (hace 41 km menos).
El nuevo modelo se une a la lista cada vez más alta de compactos diesel optimizados que bajan de 4 l/100 km sin recurrir a soluciones híbridas: Audi A3 1.6 TDI e, Ford Focus ECOnetic, SEAT León Ecomotive, Volkswagen Golf Bluemotion, etc. Y más que tienen que venir.
Más de uno pensará que bajar 0,1 l/100 km no tiene mérito, pero es que cuanto menos gasta un coche más cuesta reducir su gasto. En España, pasar de emitir 104 gramos de CO₂/km a emitir 99 gramos permite optar a subvenciones como las de Navarra, un Plan 2000E de 3.700 euros. Evidentemente no pagará nada de IM.
Optimizaciones como las DRIVe son soluciones de coste asequible para el gran público, pero es el paso intermedio antes de la hibridación o de los coches eléctricos. En referencia a este tema, Volvo está preparando ya una versión 100% eléctrica del Volvo C30, denominado C30 BEV, así como una versión híbrida enchufable basada en el ReCHARGE Concept de 2007.
De modo que el actual C30 DRIVe, así como el que os he mostrado son soluciones temporales. Para 2012 podremos ver los nuevos modelos en el mercado, quizás coincidiendo con el final de la vida comercial del recién estrenado restyling. Eso sí, el que lo compre ahora se gastará muy poco en gasóleo cada año.
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