Volvo está implantando una serie de medidas de seguridad con el objetivo de reducir la siniestralidad a bordo de sus vehículos, adelantándose incluso a Europa en esta materia. Hace unos días anunció que a partir de 2021 limitará la velocidad máxima de todos su coches a 180 km/h, y acaba de presentar un sistema de vigilancia a prueba de distracciones y malas prácticas que tomará decisiones "de manera activa" durante la conducción.
Así, Volvo comenzará a introducir cámaras en los habitáculos de todos los modelos a principios de 2020.
Un sistema que toma decisiones por nosotros
El fabricante considera que el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y drogas y las distracciones son los tres jinetes del apocalípsis en materia de seguridad vial -al igual que la DGT en España-, por lo que propone la instalación de cámaras y sensores en el habitáculo del coche para combatirlos.
Estos dispositivos de vigilancia controlan los gestos del conductor y permiten que el sistema del vehículo intervenga en caso de que éste no responda a las señales de advertencia, bien por estar distraído, intoxicado con alguna substancia e incluso ante un problema de salud.
El ambicioso objetivo de Volvo es que este sistema de vigilancia consiga detectar que algo va mal, limite la velocidad del vehículo, alerte al sistema de asistencia Volvo Call -que preguntará al conductor si todo va bien- e incluso reduzca la velocidad y estacione el vehículo "de forma segura" si el conductor sigue sin responder.
¿Cómo detectará el sistema de cámaras y sensores que algo no va bien? Cuando lleve un tiempo sin recibir información acerca del sistema de dirección (manos lejos del volante), cuando el conductor cierra los ojos o los mantiene fuera de la carretera durante largos periodos de tiempo, cuando se realizan movimientos bruscos o se dan tiempos de reacción demasiado lentos.
"Cuando se trata de seguridad, nuestro objetivo es evitar accidentes, en lugar de limitar el impacto cuando un accidente es inminente e inevitable", dice Henrik Green, Vicepresidente Senior de Investigación y Desarrollo de Volvo Cars. "En este caso, las cámaras monitorizarán el comportamiento que puede provocar lesiones graves o la muerte".
Por el momento no se ha detallado la cantidad exacta de cámaras y su posicionamiento en el interior, pero Volvo ha anunciado que comenzarán a instalarlas en la próxima generación de vehículos equipados con la plataforma SPA2, a principios de 2020.
La llave Care Key para compartir el coche que limita la velocidad
Volvo también ha presentado una nueva llave llamada Care Key que permite a los conductores de Volvo establecer limitaciones en la velocidad máxima del automóvil antes de prestarlo a otros miembros de la familia o amigos.
Una llave que se incluirá de serie en todos los automóviles Volvo a partir de 2021 y que se une a la limitación de la velocidad máxima de 180 km/h que podrán alcanzar todos los modelos de la firma a partir de 2020.
Y no se podrá desactivar.
¿Un Show de Truman sobre ruedas?
Ya hemos visto sistemas similares desarrollados por otros fabricantes que detectan la fatiga durante la conducción: desde sensores de presión ubicados en el volante, sensores de luz en el reposacabezas hasta la monitorización del movimiento de los ojos y la detección de rostros.
Ford Brasil fue un paso más allá con el desarrollo de una gorra -dirigida a los camioneros- que vibra y emite sonidos y destellos si detecta movimientos de cabeza característicos de fatiga o sueño ya que está equipada con sensores que son capaces de interpretar los movimientos de la cabeza.
Lo que Volvo pretende con estas medidas es iniciar así un debate sobre si los fabricantes de automóviles tienen el derecho o incluso la obligación de instalar tecnología en sus productos que cambie el comportamiento de sus conductores.
Tendrá no obstante que pulir aspectos acerca de si el conductor está obligado a ser monitoreado mientras conduce o puede desactivar el sistema de cámaras, ya que no se trata de una simple gorra.
Entramos así en plena era de la hiperconectividad, de los coches conectados, del lucrativo mercado de big data y del control de hábitos al volante. Como un Show de Truman sobre ruedas.