Una de las grandes noticias es el regreso de Maserati por sus fueros. La firma italiana está afilando su nuevo tridente: el Maserati MC20 supone el retorno de la marca al segmento de los coches deportivos, a la competición y, además, la vuelta a la producción de motores propios.
El lanzamiento del MC20 ha pillado en plena pandemia, pero Maserati no para de trabajar y ahora ya hemos podido ver por fin al MC20 en movimiento, así que por primera vez escuchamos al superdeportivo italiano rodando a fondo en circuito.
Maserati MC20: el renacer de Maserati en movimiento
El pequeño Maserati MC20 está a un paso de convertirse en una realidad, así que la marca está ultimando su desarrollo. Antes de su puesta de largo hay que pulir detalles y para eso no hay nada mejor que sacarlo a rodar a fuego en circuito.
En las imágenes que se han podido captar de las pruebas del MC20 se ven al menos dos coches: uno blanco completo y otro aún luciendo un intenso camuflaje. El blanco se ha visto rodando a ritmo fuerte en la pista de pruebas y el camuflado haciendo un poco de powerdrifting.
Vale que no es muy espectacular, pero todo forma parte del proceso de desarrollo. Hay que probar qué tal se comporta el conjunto en condiciones extremas, cuando se superan los límites de la adherencia.
El escenario escogido ha sido el circuito de pruebas de Ferrari en Fiorano. Sí, la excisión entre Maserati y Ferrari es total, pero siguen teniendo vínculos. Los de Maranello aún proveen de motores V8 a Maserati, y de hecho el nuevo bloque del MC20 comparte piezas con los bloques de Ferrari.
Este es sin duda el Maserati más excitante del añorado Maserati MC12, un coche basado en el Ferrari Enzo con motor de 12 cilindros en uve y aspiración natural. En este caso el Maserati MC20 también tiene ascendencia en otro coche del Grupo FCA, en concreto se ha tomado como punto de partida al Alfa Romeo 4C.
En torno al biplaza de Alfa Romeo se ha diseñado un coche completamente nuevo que mantiene el chasis monocasco de fibra de carbono y coloca al motor en posición central, justo detrás del habitáculo. La gran diferencia es que en lugar de un bloque de cuatro cilindros turbo Maserati ha elaborado un nuevo propulsor 2.9 V6 de gasolina con nada menos que 621 CV de potencia dirigidos exclusivamente a las ruedas traseras.
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