Dice nuestro compañero Héctor Ares que el BMW M4 CS es un coche increíble; el balance perfecto entre un BMW M4 normal (dentro de lo normales que pueden ser estos coches) y un radical M4 GTS, por lo que uno de sus terrenos predilectos no puede ser otro que el mítico circuito de Nürburgring Nordschleife.
Por eso, y para cerrar el rizo que ya han protagonizado otros coches excepcionales como el Dodge Viper ACR y el Dodge Demon, Pennzoil se ha llevado a uno de estos BMW M4 CS pintado en un corporativo color amarillo con detalles en negro para hacer lo que mejor saben hacer: quemar rueda como si no hubiera un mañana.
Nürburgring Nordschleife de lado y con mucho humo
Se trata de una secuencia frenética en la que la firma de lubricantes le ha sacado los higadillos al deportivo alemán. Quizá no hayan logrado ningún récord de tiempo, pero seguro que no se lo habían propuesto. Y eso que ganamos nosotros viendo como esta bestia atiborrada de fibra de carbono nos hace babear.
Pese a que el BMW M4 CS es capaz de completar una vuelta en Nürburgring en 7 minutos y 38 segundos, su objetivo ha sido tan sencillo como realizar una conducción espectacular, tanto dentro como fuera del Infierno Verde.
Porque sí, el M4 CS se ha escapado. ¿O pensabas que se iban a limitar a rodar en circuito? No, amigo. Al igual que en los vídeos anteriores el metraje ha sido espectacular más allá de las barreras de una pista cerrada.
Una verdadera pasada ver cómo un motor L6 de 3.0 litros TwinTurbo con 460 CV de potencia máxima y 600 Nm de par motor se desmelenan como mandan los cánones petrolhead en una orgía de humo y goma quemada en la que no importan cifras como que alcance los 100 km/h desde parado en 3,9 segundos y 280 km/h de velocidad punta.
Gracias, Pennzoil.
