Las comparativas de Inside Line son siempre dignas de leer y si encima, en ellas se ven envueltos dos bichos como el 2010 Shelby Mustang GT500 y el Hennessey Performance HPE550 Camaro, poco más se puede decir. A los que nos gustan los hierros de Detroit, es de lectura obligada.
Además nos la traen con el vídeo de rigor, para que podamos escuchar como rugen estas dos bestias americanas. Pruebas típicas de allí, como el cuarto de milla o el slalom están presentes en el vídeo y debo decir que por ejemplo, el comportamiento del Shelby Mustang GT500 sorprenderá a más de uno. Si, eso lleva un eje rígido detrás.
El ganador es lo de menos. Ambos coches los quisieramos más de uno en nuestro garaje, pero creo que la comparativa está algo descompensada. Es decir, el Shelby es un coche de serie aunque parta de un modelo más bajo, y el Hennessey Performance HPE550 Camaro es un hot rod que sólo busca ser bruto y potente, sin más miramientos ni concesiones al confort.
Quizá el Chevrolet Camaro SS se quedase corto en términos de potencia frente al Shelby Mustang GT500, por eso es más que posible que en Inside Line se hayan decantando por esta preparación de Hennesey Performance. Al fin y al cabo, las potencias de ambos coches están parejas: 540 CV contra 562 CV del preparado y declarados oficialmente.
Tras su paso por el banco de pruebas, las cifras resultantes no dejan de ser sorprendentes, sobre todo en el caso del HPE550. En el GT500 la potencia que llega a las ruedas es de 511 CV (recordemos que las medidas que da Ford son SAE y medidas en el volante de inercia), lo que supone una pérdida lógica de menos del 6%, lo que no está nada mal.
Sin embargo, la potencia declarada por el Hennessey Performance HPE550 Camaro es prácticamente la misma que la conseguida en el banco de potencia: 559 CV. Lo que es aún mejor todavía, aunque en este caso supongo que las cifras que dará Hennessey Performance ya serán medidas a las ruedas.
Es por eso que en ambas pruebas de velocidad, ¼ de milla y 0 a 100 km/h, el HPE550 es bastante superior al GT500. Son décimas de segundo nada más, pero quien compra un coche de este estilo quiere arañar lo máximo posible al cronómetro.
Sin embargo, en términos de maniobrabilidad el GT500 se muestra bastante más superior que el HPE550. De hecho, comentan que las mejoras en la suspensión del Camaro apenas son apreciables respecto al Chevrolet Camaro SS. Un detalle a tener en cuenta.
En el caso del Shelby Mustang GT500 dicen que la maniobrabilidad es casi perfecta para ser el coche que es. En palabras literales, no es el Ford Mustang perfecto, pero se le acerca mucho. Ya hay ganas de catarlo, sinceramente.
Por eso, y por la comodidad en el día a día, el vencedor es el 2010 Shelby Mustang GT500. Pero como decía, la comparativa puede estar descompesada por lo que comentaba antes: modelo de serie contra preparación salvaje. Y aquí me vuelvo a repetir, ¿a quién le importa quien gane? Si tuviese que elegir con otro amigo por uno de los dos, no me importaría quedarme con el que despreciase mi compañero. Sinceramente.
Aunque tengo que reconocer que ese Grabber Blue con las bandas blancas me lleva loco desde que se presentó el modelo de 2010, para que os voy a engañar.
P.D.: Norick, no la tomes con el mensajero…
Vía | Inside Line
En MotorPasion | 2010 Shelby Mustang GT500, Hennessey HPE700 Camaro SS, la bestia que todos queríamos ver