Imagina que tienes un coche tan único como especial, que has cuidado con mimo durante décadas, decides donarlo esperando que se subaste para que siga su vida en otro garaje y en sólo un día acaba despiezado en un desguace sin pudor alguno.
Le ha pasado a Medhat Beshai y se trataba de un Chevrolet Beretta cabrio de 1989. No es que sea un coche especialmente reseñable, pero es que su Beretta lucía una decoración única en su carrocería, estaba en perfecto estado y ha ganado hasta premios. ¿Por qué acabó el coche en el desguace en vez de venderse al mejor postor? Según la organización, porque así van a sacar más dinero por él.
Un coche de exhibición y hasta famoso, pero ha acabado despiezado en vez de subastado
La asociación en cuestión es Kars4Kids: como suele ser habitual, permite donar vehículos y coches que posteriormente subasta. O al menos en teoría, porque dada la explicación que han dado a The Drive es habitual que los coches que les donan acaben despiezados. Lo recaudado por esta organización se destina a beneficencia infantil.
El Chevrolet Beretta de Beshai no fue obra suya: lo compró así, pero lo ha mantenido con esmero durante años. Su carrocería pintada a mano lucía en los colores de Los Ángeles Lakers, en dorado y morado, acompañado de un llamativo interior en Alcántara o una suspensión hidráulica rebajada. El típico coche que jamás pasa desapercibido si lo ves pasar por la calle. Tampoco lo hizo en el desguace: esta cuenta de Instagram grabó y publicó un vídeo del coche en cuestión preguntándose cómo había acabado allí.
"Es un Chevy Beretta de 1989. Ojalá supiera cómo terminó aquí, no es mi estilo, pero me encanta la atención al detalle en su carrocería", comenta c50crewcab, un perfil dedicado a coches pero sobre todo a su pick-up Chevy tuneada. En el vídeo ya lo vemos sin capó, sin portón del maletero y sin ruedas, incluyendo las llamativas y doradas llantas que llevaba.
En su web, Kars4Kids indica que admiten cualquier coche o vehículo, independientemente de su estado. De ahí ya se deduce que trabajan con desguaces. Pero el Chevy de Beshai estaba en un estado intachable, por lo que se aprecia en las fotos, pese al despiece. También a nivel mecánico: "El motor funcionaba perfectamente y no había fugas de aceite, igual que con la transmisión", afirma el expropietario a The Drive.
Esta montura le ha acompañado durante 20 años, pagó 40.000 dólares por ella y ha invertido no poco dinero en mantenerla durante este tiempo. Tanto es así que lo ha llevado a exhibiciones varias, y se ha llevado premios en concursos. La publicación norteamericana asegura que era bastante conocido en la comunidad petrolhead de California y hasta apareció en un número de la revista Lowrider.
Pero todo eso da igual cuando se trata de dinero. Es precisamente el argumento que ha dado Kars4Kids a The Drive. Cuando les donan un coche recurren a su historial para comprobar si obtendrán más subastándolo o vendiéndolo por piezas. En el caso del Beretta era la segunda opción. Les dio igual la decoración, el estado, los premios y por supuesto la carga emocional.
Beshai tuvo este coche en venta durante largo tiempo, pedía 12.000 dólares y nadie llegó a esa cifra. En parte se entiende porque no era precisamente discreto: siendo tan llamativo es cuestión de gustos. Además vestía los colores de un equipo de la NBA y eso cierra bastante el espectro de posibles compradores: un seguidor de los Celtics o de los Bulls no iba a pagar por él.
Al final optó por donarlo a esta asociación pensando que lo subastarían: tendría nuevo dueño y el dinero iría para una buena causa. Su decepción ha sido mayúscula: su Chevy jamás volverá a circular a manos de nadie. De todo esto se enteró viendo la publicación del vídeo en Instagram, por cierto. Por los comentarios en el post, al menos le queda el consuelo de que no pocos ven el destino de su amado coche como un total sacrilegio.