Las nueve mayores bestialidades que hemos visto hacer con las llantas de un coche

Las ruedas son uno de los primeros puntos que se suelen modificar cuando se personaliza un coche, incluso existe una frase muy de barra de bar que dice: “cualquier coche por feo que sea queda bien con unas buenas ruedas”. Y las ruedas se componen de dos elementos, llantas y neumáticos, aunque podemos mejorar la estética ensanchando vías sin engordar los neumáticos.

Antiguamente la tendencia eran las gomas gordas con bastante perfil, incluso se montaban neumáticos con más anchura de la recomendada y se forzaban para encajarlos en las llantas y que saliesen por los lados. Esto es más de los setenta y en los ochenta se empezó a cambiar de estilo. La evolución ha desembocado en el uso de perfiles bajos, a veces ultra-bajos con los que temes por las llantas en cada bache.

Pero una cosa son los diferentes estilos de personalizaciones y otra llevar las cosas al extremo, como sucede en estos ejemplos. Empezamos con uno parecido al Camaro que os trajimos hace unos días. Una auténtica bestialidad con neumáticos de perfil muy bajo pero por estética pura, no para mejorar el comportamiento dinámico del Camaro. Con esas llantas debe ser como un carromato.

En la misma línea pero dando una vuelta de tuerca más tenemos las llantas gigantes y transparentes. El resultado estético es diferente y, nos guste o no, espectacular. Están fabricadas en policarbonato, aunque no transmiten mucha seguridad…

Menos extremo pero también bastante inútil es este Hummer con enormes llantas y neumáticos de perfil bajo. La característica principal del Hummer es su buen hacer en campo, pero con unas llantas así no resulta muy recomendable salir del asfalto, yo ni me atrevería a subir un bordillo para no pellizcar el neumático. Un auténtico destrozo para este pobre Hummer.

Y seguimos con el Hummer, pero esta vez no es que sea inútil en campo, es que tampoco sirve para carretera. No sabemos qué se le habrá pasado por la cabeza al artífice de esto, pero todo apunta a que se trata simplemente de una broma o una crítica a los que hacen lo de la foto anterior a sus Hummer. Ni corto ni perezoso le ha plantado unas ruedas de madera como las de las carretas, en plan diligencia del Far West.

¿Y los low-rider americanos? En este estilo de tuning se suelen montar llantas anchas pero con poco diámetro. ¿El motivo? Estos coches tienen un sistema de suspensión neumática con el que juegan a hacer saltar el coche, cruzarles los ejes o hacerles bailar, y con unas llantas pequeñas se aumenta el recorrido de los ejes y pueden realizar figuras más extremas.

Las llantas con luz no son nada nuevo, pero unas llantas que al girar dejen ver dibujos iluminados no se ve todos los días. Estas llantas tienen leds controlados por un software que permite modificar la imagen que se muestra al girar la rueda.

En el German Style se apuesta por las llantas anchas de poco diámetro, de 13 a 15 pulgadas con neumáticos de perfil muy bajo. Esto reduce mucho la altura de la carrocería (aparte de lo que se baje con la suspensión), obliga a ensanchar aletas y da un aspecto muy bruto al coche.

El Oni Camber es una corriente tuning japonesa que, además de utilizar llantas con mucha garganta y neumáticos con un perfil mínimo, modifican las cotas para darle una caída negativa desproporcionada. Tanto es así que el neumático apenas apoya con la banda de rodadura en el suelo. Como en todo lo extremo, bueno no es para el coche.

Y luego está el Oni Camber todavía más extremo, en el que montan llantas mucho más anchas de la medida que correspondería a los neumáticos de forma que la garganta de la llanta sobresale unos cinco centímetros.