Puede que el Jeep Grand Cherokee Trackhawk de la foto, el normal y corriente, tal y como viene de fábrica, se te quede corto con sus 717 CV de potencia máxima. Ya sabes que monta el motor del Dodge Challenger SRT Hellcat y que va a costar aún más que el Dodge Challenger SRT Demon y sus 852 CV, aunque desarrolle 134 CV menos que la bestia diabólica.
Quizá por eso Hennessey ha escuchado tus súplicas, y anda preparando una versión muy bruta del Jeep Grand Cherokee Trackhawk, con hasta 1.025 CV de potencia máxima y nada menos que 1.314 Nm de par motor máximo.
Según cuentan en Autonoción, la clave del Jeep Grand Cherokee Trackhawk vitaminado por Hennessey está en el kit HPE1000, que el preparador de Texas ya emplea tanto en el Dodge Challenger SRT Hellcat como en 'The Exorcist', el Chevrolet Camaro Z11 que casi incluye hasta un bote de agua bendita para hacer frente al demonio de Dodge (por cierto, que el demonio en cuestión ya va por los 1.500 CV con los oportunos retoques de Hennessey Performance).
Con el kit HPE1000, el Jeep Grand Cherokee Trackhawk de Hennessey se convierte en uno de los SUV más asombrosamente potentes y rápidos del mundo. Su motor HEMI V8 6.2 echa mano de un turbocompresor de 4,5 litros que introduce aire en la cámara de combustión a una presión de 14 psi (es decir, 0,97 bar, que tampoco es que sea una locura extrema).
El resultado es una tiempo de aceleración de sólo 2,8 segundos en el 0 a 60 mph (96 km/h), y es capaz de hacer el cuarto de milla en 10,5 segundos, alcanzando 214 km/h en ese punto. Nada mal para un monstruo que, de serie, declara en la báscula casi dos toneladas y media de masa en orden de marcha.
