Toyota lleva muchos años apostando por el hidrógeno y poniendo a prueba la pila de combustible con la intención de vender el Toyota Mirai a gran escala y lanzar nuevos modelos con esta tecnología.
Pero la marca japonesa está abierta a todo tipo de soluciones de cara al futuro, incluso se inclina por la convivencia de varios tipos de movilidad dentro de unos años. Por eso, no deja de explorar opciones, incluido el motor de combustión de hidrógeno.
Otro camino hacia las cero emisiones
Hace algo más de un año, Toyota comunicó que estaba trabajando en una mecánica térmica alimentada con hidrógeno. El objetivo era probarla en el Toyota Corolla de competición y, en cuestión de semanas, el compacto estuvo en los circuitos japoneses para participar en la Super Taikyu.
Desde entonces, Toyota ha seguido trabajando en este Corolla para sacar más rendimiento de su motor tricilíndrico turboalimentado de 1.6 litros heredado del Toyota GR Yaris y modificado con inyección de hidrógeno. Al mismo tiempo, ha utilizado esta mecánica en el GR Yaris y acaba de estrenarla en un prototipo de Toyota Corolla Cross.
La experiencia en competición con el Corolla de hidrógeno está siendo clave para que Toyota siga dedicando recursos al desarrollo de este tipo de mecánicas. Al principio, podíamos pensar que el objetivo de la marca japonesa pasaba por seguir utilizando estos motores en competición, pero el Corolla Cross de hidrógeno deja claro que la marca japonesa también quiere llevar esta tecnología a la calle.
Y es que, desde que está probando el Corolla en competición, Toyota ha conseguido aumentar la potencia del motor de tres cilindros en un 24% y el par en un 33%, mietras que la autonomía se ha ampliado en un 30%. Además, en las primeras carreras, el compacto necesitaba siete minutos para un repostaje completo y ahora se conforma con tres minutos y medio.
Hasta ahora no sabíamos qué potencia exacta podía desarrollar el bloque G16E-GTS del GR Yaris con el sistema de inyección de hidrógeno, pero Toyota acaba de despejar las dudas gracias a vídeo publicado en el canal de YouTube de Best Motoring.
Los japoneses han juntado a varios pilotos con parte del equipo de desarrollo del motor de hidrógeno y el Corolla experimental. Entre ellos está Keiichi Tsuchiya; puede que en España conozcamos más a otros pilotos japoneses, como Takuma Sato, incluso Yuji Ide por culpa de sus “hazañas” en su corto periplo por la F1, pero Tsuchiya es toda una institución.
El piloto nipón ha participado en múltiples campeonatos japoneses, en Le Mans y en la NASCAR, pero también es popular por su habilidad para derrapar, hasta el punto de que se le conoce como Drift King.
Pues bien, Tsuchiya se ha subido al Corolla de hidrógeno y ha compartido sus impresiones en YouTube. En el vídeo, los responsables de Toyota han aprovechado para hacer públicas las cifras del motor de hidrógeno, que ahora está desarrollando 304 CV y 400 Nm de par, es decir, mejores números que en el GR Yaris de serie.
Los de Toyota también hablan de la dificultad a la que se enfrentaron al desarrollar el sistema de inyección porque la gasolina lubrica, pero el hidrógeno no. La autonomía es otro de los retos y, aunque no se especifica un consumo en litros a los 100 km, se habla de que el tanque lleno de hidrógeno (tiene 180 litros) permite conducir durante 30 minutos a ritmo de carrera.
Otro de los aspectos que se comentan es el del sonido. Tsuchiya señala que le gustaría que las próximas generaciones disfrutasen de la melodía de un escape como la que produce este Corolla.
Después, el Drift King lo conduce en el circuito de Tsukuba, en Japón. Es la primera vez que un piloto externo a Toyota se pone al volante de este coche y, obviamente, habla desde el punto de vista de un auténtico petrolhead al contar sus impresiones. ¿El resultado? A Tsuchiya le convence el Corolla de hidrógeno.
Es más, el piloto japonés dice que así es como debería de ser un coche y que los eléctricos deberían reservarse para las empresas que fabrican electrodomésticos. Eso sí, no se olvida de los 1.700 kg de peso de este Corolla, aunque, a pesar del lastre, le parece un coche muy divertido y eficaz que no difiere en nada respecto a un modelo con motor de gasolina convencional.
Tsuchiya acaba diciendo que esta tecnología puede tener futuro si Toyota sigue invirtiendo en I+D para desarrollarlo. Hace hincapié en que Toyota ha mejorado el rendimiento del motor y los tiempos de repostaje en cuestión de un año, mientras que el proceso de recarga de un coche eléctrico sigue siendo de lo más tedioso, incluso en puntos de carga rápida.
