Probamos el KGM Tivoli: ahora que el Dacia Duster no es tan barato, este SUV con vocación familiar es una de las compras más redondas que puedes hacer

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El KGM Tivoli, antes conocido SsangYong KGM Tivoli tras el cambio de marca, se dio a conocer en su día por su robustez, estilo y capacidad fuera del asfalto, todo ello ofrecido a precios de ganga.

Pero los tiempos han cambiado. En medio de modelos cada vez más electrificados, el Tivoli ha tenido que evolucionar con un nuevo morro y un nuevo interior, con la esperanza de atraer a más clientes, conservando siempre su mayor baza, el precio. Pero frente a la competencia cada vez más dura de los modelos chinos, ¿será suficiente para el pequeño crossover surcoreano?

Tivoli, de SsangYong a KGM

La historia de SsangYong no es nada fácil. La marca coreana ha pasado una y otra vez de la dificultad al renacimiento. Ahora, bajo el paraguas del grupo surcoreano KG Group, vuelve a desarrollar nuevos modelos y a recuperarse. Para celebrarlo, el grupo ha decidido abandonar el apellido de SsangYong.

La marca se llama ahora oficialmente KG Mobility. KGM, para los amigos. La punta de lanza de este renacimiento es el reluciente SUV Torres, los modelos más antiguos del catálogo de SsangYong se mantienen sin cambiar de nombre. Es especialmente el caso del Tivoli. Con más de 400.000 unidades vendidas en todo el mundo desde su lanzamiento comercial, el KGM Tivoli es claramente el superventas de la firma coreana. No podía por tanto faltar en la gama de KGM.

Kgm Tivoli

Para afirmar al mundo exterior su nueva vida, el Tivoli ha pasado por la casilla rediseño. Los cambios se centran en la parte delantera. La adición de una nueva calandra y la desaparición de cualquier mención o logotipo SsangYong en el frontal (aunque tampoco hay rastro de cualquier mención a KGM) no suponen una revolución en el diseño de un modelo que llegó hace más de 8 años al mercado. El diseño original, sin ser excepcional, soporta el paso del tiempo. Curiosamente, se han centrado tanto en el frontal que en el portón trasero sigue apareciendo la mención SsangYong.

Un habitáculo muy amplio

Con 4,23 m de longitud, el Tivoli es un SUV compacto, como el Ford Puma (4,19 m) y el Renault Captur (4,23 m), por citar sólo dos de sus muchos competidores. El Tivoli aprovecha bien sus centímetros y ofrece un habitáculo confortable y relativamente amplio para sus pasajeros. Delante, sólo el conductor se quejará de un volante que no es regulable en profundidad, sólo en altura.

Kgm Tivoli Asientos

Su generoso espacio para los codos y las piernas permite acomodar a tres pasajeros en la parte trasera. El pasajero del centro está bien cuidado, con un asiento bastante mullido, una altura libre bajo techo correcta y un túnel central bastante reducido.

Sin embargo, su maletero convence menos. En primer lugar, el acceso es poco práctico, con un umbral de carga bastante alto. Además, su forma es un poco enrevesada. Sobre el papel, el volumen ofrecido es aceptable para el segmento, con 423 litros.

Kgm Tivoli maletero

Pero en la práctica, si se quiere aprovechar al máximo el volumen disponible hay que hacer malabarismos con las bandejas que ocultan el doble fondo y están a ras del umbral de carga. Para quien necesite un maletero más grande, el KGM Tivoli Grand propone 720 litros de maletero gracias a una zaga alargada que lo hace 25 cm más grande que este Tivoli.

Una extraña ergonomía

KGM actualizó ligeramente el interior del Tivoli aprovechando el cambio de nombre. También aquí los cambios son sutiles (rejillas de ventilación rediseñadas, nueva tapicería para los asientos). El ambiente general a bordo sigue siendo bastante austero y un poco anticuado. Pero más allá de esta primera impresión, la calidad del montaje resulta mejor de lo que los plásticos duros y brillantes dejan intuir.

Kgm Tivoli salpicadero

Sorprende en todo caso la voluntad de ubicar todos los controles de la climatización, ventilación y calefacción en una seudopantalla táctil separada, situada donde antes estaban los botones físicos. Aun así, conserva algunos controles vía botones, como el aviso de salida de carril, sin tener que indagar en los menús de una pantalla táctil.

Pero eso no significa que el Tivoli esté “desfasado”. Dispone de un cuadro de instrumentos digital con una gran pantalla de 10,25 pulgadas y una pantalla táctil de 8 pulgadas o de 9 pulgadas (con navegador), según el acabado.

Kgm Tivoli

La conectividad con Apple CarPlay y Android Auto está disponible, pero sólo vía conexión por cable. La pantalla es lo suficientemente grande como para mostrar la información de forma legible, y el tratamiento mate de la superficie facilita la lectura.

Una caja de cambios peleona

La gama actual cuenta con sólo dos motorizaciones gasolina basadas en el cuatro cilindros gasolina de 1.5 litros y turbo. La gama arranca con una versión de 135 CV y 260 Nm asociado a una cambio manual de 6 marchas y le sigue una versión de 163 CV y 280 Nm, disponible con cambio automático o manual.

Cabe destacar que todas estas variantes están disponibles en bifuel gasolina-GLP que le otorga entonces la etiqueta ECO. No hay tracción integral disponible en está ocasión a pesar de una generosa altura libre al suelo (17,8 cm) que le permitiría destacar, el Tivoli es ahora exclusivamente tracción delantera.

Kgm Tivoli

No tendrá tracción total, pero el Tivoli sigue siendo un coche con un cierto toque agrícola cuando se conduce. La dirección es relativamente dura para los estándares actuales, mientras que la suspensión se siente firme sin proporcionar necesariamente mucho control de la carrocería. De hecho, el coche se inclina descaradamente en las curvas.

El confort de marcha dista mucho de ser ideal. Los muelles rígidos parecen amplificar los baches en lugar de absorberlos, sobre todo a bajas velocidades. Las cosas mejoran un poco a velocidades más altas, pero las superficies realmente rotas pueden desestabilizar un poco el coche, causando un temblor a través del chasis y la dirección, y minando por completo cualquier confianza en sus capacidades.

Kgm Tivoli

Es una pena porque en carretera, el KGM Tivoli tiene potencial. Su insonorización es muy cuidada y su amortiguación es más convincente aunque sigue siendo firme. El motor, a pesar de contar sólo con 135 CV, hace gala de brío y dota al coreano de sólo 1.300 kg de unas prestaciones decentes. En ningún momento se nos antoja un coche lento, incluso en fuertes pendientes.

Sin duda el peor problema de este coche es su caja de cambios manual. Su manejo carece de precisión y es muy tosco. Algunos recorridos, como el de la primera, son cortos, mientras que otros, como las últimas marchas, son largos. Además, al pasar de segunda a tercera hay que hacer grandes y lentos movimientos, sino la tercera engancha y no entra, pues está pegadisima a la primera. Resultó francamente desquiciante.

Además, su sistema Stop&Start es a veces un poco lento al arrancar. Pero, en conjunto, la cadena cinemática convence. Por otro lado, habrá que conducir con el pie (muy) ligero si uno quiere acercarse a la cifra homologada de 7 l/100 km. En nuestra prueba, el apetito real fue de algo más de 9 litros/100 km.

Un precio de derribo

Kgm Tivoli

Es evidente que el KGM Tivoli empieza a acusar el paso de los años. Además de un cambio manual desquiciante, es, por ejemplo, uno de los pocos coches actuales en los que todavía hay que girar una llave en la columna de dirección para encenderlo.

Sin embargo, su precio hace que seamos benévolos con su propuesta. La gama arranca en 16.900 euros con un descuento promocional de la marca de 4.300 euros. Sencillamente no hay en el mercado un SUV urbano por menos de 17.000 euros.

La unidad probada, con el acabado Urban Plus, contaba de serie con el climatizador automático bizona, la cámara de visión trasera, cristales traseros tintados y llantas de 16 pulgadas y, en opción, el color Iron Metal tiene un precio de tarifa de 24.200 euros, que se queda en “sólo” 20.310 euros.

Sin embargo, habida cuenta de la caja de cambios manual de manejo desesperante, recomendaría optar por la versión de 163 CV con cambio automático. Con el mismo equipamiento, acabado Urban Plus y descuento promocional de 3.800 euros cuesta desde 21.900 euros.

KGM Tivoli: nuestra valoración

7,0

Diseño exterior 6
Habitabilidad 8
Diseño interior 6
Calidad 7
Maletero 7
Motor 7
Seguridad 7
Comportamiento 6
Comodidad 7
Precio 9

A favor

  • Precio
  • Habitabilidad
  • Silencio de marcha

En contra

  • Manejo caja de cambios manual desquician
  • Consumo elevado
  • Suspensión demasiado firme


El Tivoli, tanto si lleva la marca SsangYong como si se presenta como un KGM, sigue siendo un SUV compacto con cualidades interesantes. Un modelo algo antiguo, pero modernizado lo justo para mantenerse al día. Todo ello sin disgustar a los conductores insensibles a la tecnología actual que consideran como meros gadgets. Y, sobre todo, cuenta con un precio muy atractivo, si podemos pasar por alto su consumo y optar por la variante con cambio automático.



Motor

Gasolina. 4 cilindros 1.497 cc, turbo.

potencia máxima

135 CV a 5.000 rpm

par máximo

280 Nm de 1.500 a 3.000 rpm

transmisión

Tracción delantera. Cambio manual de 6 marchas.

dimensiones (Largo x ancho x alto)

4.225 x 1.810 x 1.613 mm

batalla

2.600 mm

maletero

427 litros

peso

1.375 kg

80 a 120 km/h en 3ª

8,2 s

0 a 100 km/h

9,9 s

velocidad máxima

181 km/h

consumo medio homologado (WLTP)

7 l/100 km

consumo medio en prueba

9,2 l/100 km

ETIQUETA MEDIOAMBIENTAL

C (Verde)

PRECIO (PRECIO UNIDAD PROBADA)

Desde 16.900 euros (20.310 euros)

El coche para esta prueba ha sido prestado por KG Mobility. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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