Dodge WC-63 Power Wagon 6x6, el todoterreno militar civilizado que volvió de la Segunda Guerra Mundial
Si tienes mucho dinero y te gustan las cosas con motor tienes una difícil tarea: decidir cuál será tu próxima adquisición. Pero, como es lógico, no querrás un coche cualquiera de esos que se ven a patadas por la calle. Si un Toyota Land Cruiser NSV te parece muy común y hasta un Mercedes-AMG G63 6x6 está demasiado visto para ti siempre puedes recurrir a preparadores que te hagan algo a medida.
Y al decir "a medida" refiriéndonos al Dodge WC-63 Power Wagon 6x6 de 1942 que tenéis sobre estas líneas no es una expresión a la ligera. Esta camioneta con tracción integral ha sido un encargo que ha costado 150.000 dólares y muchos meses de trabajo para Legacy Classic Trucks (Wilson, Wyoming). Si quieres saber más sobre este todoterreno único, adelante, sigue leyendo.
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El equipo de Legacy Classic Trucks capitaneado por Winslow Brent se puso manos a la obra para satisfacer las exigencias de su cliente y crear un vehículo impactante y exclusivo. No bastaba con coger una pickup de tracción trasera y sumarle un tercer eje en la zaga de palo, sin tracción. Tenía que ser un 6x6 completamente funcional.
Con esta idea sobre la mesa, Winslow se puso a buscar un chasis de Dodge 6x6 1942 militar de la Segunda Guerra Mundial. Sobre él se acoplaría una cabina de Dodge Power Wagon de 1946 y un cajón abierto para la carga. ¿Sencillo? Sí, pero sólo en teoría.
Colocar la carrocería de Power Wagon en el chasis es una tarea relativamente sencilla, el problema gordo vendría al tener que ajustar las medidas para que cuadrase una cama del 46 en la zona trasera de un vehículo militar, que fuera funcional y que quedase bien.
Entonces dieron la vuelta al proceso para colocar primero la cama, hacerla a medida, y después llevar la cabina a su sitio. Cuando la cama estuvo en el lugar apropiado y cuadraba con la cabina, les sobraban 116 cm por detrás del chasis WC-63.
Pero el trabajo de carrocería no ha sido desmontar piezas y volverlas a montar, ni mucho menos. Los guardabarros traseros proceden de un trailer de tres ejes y han sido cortados, estrechados y ajustados para conseguir un aspecto de fábrica a juego con los pasos de rueda delanteros.
El motor utilizado para propulsar a esta bestia es un modesto Cummins 4BT turbodiésel, un cuatro cilindros en línea de 3.9 litros y 105 caballos. ¿A que te esperabas que bajo el capó hubiera una monstruosidad V8? Pues no, han optado por una opción mucho más razonable, con el par suficiente para mover todo el conjunto con soltura por terrenos complicados y una buena autonomía gracias al depósito de combustible 143 litros hecho a mano.
Tecnología del siglo pasado que sigue funcionando
Porque sí, la Dodge WC-63 Power Wagon 6x6 funciona, y es capaz de hacerlo bastante bien por los terrenos rocosos de Utah para ser un vehículo de 1942.
Los frenos siguen siendo de tambor, pero se han repasado y se ha instalado un circuito hidráulico doble para mejorar su funcionamiento. Para que la dirección se adaptase al nuevo espacio disponible se ha hecho una mezcla entre el sistema de una Power Wagon de 1950 y piezas de Saginaw.
Lo que sí es original son las suspensiones, la delantera de ballestas utilizadas para la suspensión frontal asistidas por una pareja de amortiguadores Monroe modernos y la trasera de ballestas pivotantes. Después de 70 años siguen trabajando bien, parece mentira.
El mayor reto lo supuso la irrupción de un total de cinco ejes de transmisión. La caja de cambios manual de cinco velocidades Dodge de 1998 entrega la fuerza a una caja de transferencia NP200, y desde allí se dividen hacia el eje delantero y hacia los dos ejes traseros (originales) que mueven unas enormes ruedas son unas Interco Super Swamper TSL Radial en medidas 36x12.50R16LT.
Los tres ejes y las cinco barras de transmisión se mueven con dignidad gracias al motor Cummins como decíamos antes. El propulsor se ha montado sobre unos soportes hechos a medida y la carrocería se ha colocado también sobre soportes aislantes para mantener las vibraciones a raya. El escape ha sido hecho a medida con tubo de tres pulgadas y la refrigeración corre a cargo del radiador original de la Power Wagon con un ventilador eléctrico Spal.
El interior de la cabina se ha modernizado mucho más que la mecánica y el exterior con el montaje de unos asientos Corbeau Sport, tapizado interior nuevo, volante Nardi y una instrumentación Classic Instruments Moal Bomber. Y si la cosa se pone tan fea que ni siquiera seis ruedas motrices son suficientes, en el frontal hay un cabestrante de 16,5 toneladas.
Pero escucha, Winslow dice que para la realización de este proyecto reunieron tantas piezas que tienen stock suficiente como para hacer otros tres. Así que ya sabes, si te ha gustado ve al banco a sacar los 150.000 euros y te encargas uno.
Vía | Fourwheeler