Cuando conducimos debemos estar pendientes del resto de vehículos, de la carretera y las condiciones ambientales. No obstante hay otro elemento con el que tenemos que tener cuidado: los peatones. Son un parte muy importante de la ecuación, y no siempre se les tiene en cuenta.
Dicho esto, la culpa de los atropellos es en muchas ocasiones, del propio peatón, sea porque no cruza por el sitio adecuado o por que lo hace de manera incorrecta. Hay dos grupos de riesgo en este sentido: los niños, y las personas mayores. La razón para los primeros es evidente, para los segundos, creo que la falta costumbre hace que en muchas ocasiones no utilicen los pasos de cebra para cruzar.
No obstante, el caso que nos ocupa es bien distinto. La persona que aparece en la pantalla, ni es un niño, ni una persona mayor poco acostumbrada al caos de una cuidad moderna. Más bien presenta claros síntomas de hallarse en estado de embriaguez. Incapaz de andar en línea recta (llega a mirar hacia la carretera), invade la calzada provocando que la furgoneta tenga que evitarle, e incluso esta llega a tocarle ligeramente.
El conductor de la furgoneta realiza un ejemplo perfecto de como evitar un objeto en la calzada haciendo uso del ABS. Utiliza la máxima potencia de frenado y gira lo suficiente como para evitar al peatón. Si hubiese sido otra furgoneta sin ABS u otro conductor sin esa pericia, no me cabe duda alguna de que el peatón hubiera sido atropellado. Hay gente con mucha suerte.
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En Motorpasión | Hay gente con mucha suerte edición XXIX: Cuidado en dónde te pones en los tramos de rallyes