Una de las marcas de aspiradoras más icónicas continua su camino hacia el mundo de la automoción y sus planes de fabricar un coche 100% eléctrico se van concretando. Según informa The Financial Times Dyson quiere llevar al mercado tres coches eléctricos. El primero llegaría en 2021, sin baterías en estado sólido y dando credibilidad a un proyecto de 2.000 millones de libras.
Un primer modelo de prueba en ¿dos años?
La mayor parte del plan del fabricante de secadores de pelo, de manos y aspiradoras se basa en las baterías en estado sólido, que superarán en términos de potencia, tiempo de recarga y seguridad a las de iones de litio. Sin embargo, parece que el primer modelo de Dyson (2020-2021) no irá impulsado por esta tecnología.
James Dyson just announced to @Dyson employees that we’ve begun work on a battery electric vehicle, due to launch in 2020. pic.twitter.com/yUZNvIsYIi
— Dyson (@Dyson) 26 de septiembre de 2017
Este primer modelo se utilizará para que la empresa se haga con una base de clientes potenciales, para establecer una ruta en el mercado así como una cadena de suministro. Por ello, según las informaciones de The Financial Times, el vehículo tendrá una producción limitada a unas 1.000 unidades. Los otros dos, que sí montarán, previsiblemente, baterías en estado sólido, tendrán volúmenes mayores.
Algunos expertos especulan que la compañía utilizará materiales ligeros como el plástico para compensar el peso de las baterías, en vez de utilizar metales.
Se trata de vehículos bastante alejados de eléctricos más convencionales y asequibles como un Nissan LEAF o un Renault ZOE; Dyson quiere competir en el segmento premium y hacer frente a Tesla, pero sobre todo, acabar con el problema de la contaminación atmosférica.
Sir James Dyson, el inventor que levantó su imperio de aspiradoras, ha hecho pública su preocupación por el elevado número de muertes por exposición a agentes contaminantes en Reino Unido. Ya en 1990, su equipo comenzó a trabajar en un filtro ciclónico que podría ser colocado en el tubo de escape de un vehículo para filtrar las partículas. Tres años más tarde mejoraron la tecnología y la presentaron públicamente a través de un prototipo, pero nadie se interesó por ella.
Según ha relatado el propio Dyson, la industria argumentó que deshacerse de ese hollín era un problema aún mayor que respiralo.
Dyson está invirtiendo 1.120 millones de euros en desarrollo de baterías y lo mismo en la producción de automóviles, y está buscando el sitio idóneo para comenzar su producción. Se barajan China y Singapur así como Reino Unido, donde ya se han creado unas instalaciones específicas en los cuarteles que la empresa tiene en Wiltshire y donde se ha reclutado a un equipo de 400 personas.
Recordemos que el año pasado se anunció que el gobierno británico financiaría a Dyson para el desarrollo de una nueva batería eléctrica en estas mismas instalaciones.