Es oficial: el gigante tecnológico Amazon ha comprado la startup de vehículos autónomos Zoox. Las negociaciones entre ambas empresas se conocieron al finales de mayo y ahora Amazon lo ha confirmado oficialmente. Se trata de la mayor inversión que realiza Amazon en este tipo de tecnología y, como ya adelantaron los analistas, con este movimiento la compañía de Bezos busca reducir gastos en personal de reparto.
Y es que el sueldo de los conductores de transporte de entrega de paquetería es uno de los mayores costes que asume actualmente la compañía, unos 20.000 millones de dólares anuales según los analistas Morgan Stanley. Un montante que no dejará de subir, esta firma asevera que en los próximos años podría ascender a 90.000 millones de euros por ejercicio.
Más allá de ser un movimiento estratégico, también ha sido un negocio redondo, ya que Financial Times o The Information fijan el montante de la inversión en estaría entorno a los 1.000 millones de euros, pues Amazon no ha desvelado cifra. La suma que corresponde a los beneficios netos que Zoox ha recaudado hasta el momento, pero se esperaba que el acuerdo ascendiese a los 3.200 millones de dólares en los que estaba valorada la compañía.
No obstante, también ha que tener en cuenta que la crisis del coronavirus ha golpeado asimismo a esta startup: en abril de este año despidió a unos 100 empleados de los cerca de 1.000 que tiene en plantilla.
La adquisición de Zoox sigue la estela de otras inversiones previas de Amazon enfocadas a reducir plantilla mediante el uso de máquinas: en 2012 adquirió la firma de robots Kiva Systems para la gestión autónomo de sus almacenes, o que suposo una reducción de operarios.
Además, también lleva tiempo coquetando con la idea de utilizar drones de reparto y, el año pasado, presentó un robot de reparto experimental bautizado como Scout y que funciona como una especie de carro de la compra autónomo.
Una inyección que da alas al vehículo autónomo
Por el momento, Amazon ha desvelado que Zoox seguirá operando de forma independiente, tal y como ocurre por ejemplo con la plataforma de streaming para gamers Twitch.
Esta empresa californiana comenzó su andadura en 2014 y lleva desde entonces embarcada en el desarrollo de un vehículo autónomo, lo que no sólo se centra en un software que lo haga posible sino también en la concepción del propio vehículo. Su objetivo era ofrecer un servicio de taxis autónomos, siguiendo el camino del anunciado por Mercedes-Benz en colaboración con Bosch.
En un vídeo publicado por la compañía en abril, Zoox explica que está probando su software en entornos reales, concretamete en las calles de San Francisco, en el que demuestran las habilidades de su sistema autónomo, capaz de enfrentarse a cruces reglados con semáforos, aunque aún están ajustando errores, como por ejemplo que detecta señales como si fueran peatones.
El vídeo también muestra como es capaz de reaccionar ante vehículos y peatones que va encontrando a su paso, los cuales es capaz de identificar y clasificar. Todo ello lo están probando en un Toyota Highlander equipado con un sistema de visión 360º que se compone de 18 cámaras, 10 radares y 8 de tipo LIDAR.
La inyección de capital de Amazon supondrá un impulso para Zoox, según ha reconocido la propia startup: "Ahora tenemos una oportunidad aún mayor para lograr un futuro totalmente autónomo", señala Aicha Evans, CEO de Zoox.
Con esta adquisición Amazon se afianza en sector automovilístico y podría articularse en diversas estrategias, como por ejemplo en el negocio de carsharing. Aunque el objetivo principal, según han detallado los analistas, es el de sustituir personal de reparto mediante una flota de vehículos completamente autónomos.
En paralelo, Amazon ya está embarcada en electrificar sus furgonetas de reparto tras un acuerdo firmado con la marca de coches eléctricos Rivian. Se espera que las primeras unidades comiencen a operar en 2022 y estima llegar a 2030 con 100.000 de estas furgonetas eléctricas en funcionamiento.
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