No son recreaciones basadas en información ni tratan de ilustrar ningún rumor (aunque hay algunos sobre un nuevo remake), son sólo recreaciones de un hipotético Bugatti Royale realizadas por un aficionado.
Por delante vemos un Veyron, y por detrás una carrocería alargada más propia de un shooting brake que de un superdeportivo, pero seguro que no tendría problemas en ser un icono de deseo para quién estuviese dispuesto a gastarse más de medio millón de euros en un coche.
El Bugatti Royale original fue construido en 1932, tenía un motor de 8 cilindros en línea y 12,8 litros, con el que alcanzaba 260 caballos (gran cifra para la época) a 1.700 rpm.
Vía | autoblog.com
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