A finales del año 2016 la compañía estadounidense Genovation Cars, con sede en Maryland, anunciaba a bombo y platillo un superdeportivo eléctrico basado en el Chevrolet Corvette C7 y, al fin, será presentado en versión de preproducción en el CES de Las Vegas, el 9 de enero.
Aunque en principio este Corvette Grand Sport de nombre GXE o Genovation Extreme Electric anunciaba una potencia de unos 600 CV y un par máximo de algo más de 800 Nm, la firma ha mejorado sensiblemente estas cifras: ahora tendrá más de 800 CV y 950 Nm de par máximo.
Así pues, el GXE eléctrico será más potente que el Corvette más salvaje y veloz jamás fabricado por Chevrolet, el reciente Corvette ZR1, cuyo motor 6.2 litros V8 sobrealimentado por compresor alcanza una potencia de 755 CV a 6.300 RPM y un par motor máximo de 969 Nm.
Autonomía justita y un precio de escándalo
Gracias a sus cifras, que no andan muy lejos del ZR1 (el par motor, por ejemplo, quizá sea incluso inferior al del modelo de serie), promete una aceleración de 0 a 100 km/h en el entorno de los 3 segundos y una velocidad máxima por encima de los 354 km/h (220 mph). Según Genovation Cars, la tecnología de propulsión y baterías deriva de las utilizadas en el WEC y la Fórmula 1.
La marca también augura un reparto de pesos entre ejes de un 50:50 para este modelo, que contará con una batería de 60 kWh y ofrecerá una autonomía teórica de unos 210 kilómetros (en ciclo americano, más fiel a la realidad que nuestro NEDC).
De este GXE se fabricarán exclusivamente 75 unidades y, además, cada una de ellas tendrá un precio de unos 750.000 dólares (unos 628.000 euros al cambio actual). A pesar del desembolso, los clientes tendrán que esperar al menos al último trimestre de 2019 para recibir sus coches.