Lo has soñado, al igual que nosotro, y Koenigsegg lo ha hecho realidad. Con todos ustedes, el Reggera con acabado Koenisegg Naked Carbon que el fabricante sueco acaba de entregar a su dueño en Suiza. Coches con la carrocería con acabado en fibra de carbono a la vista ya los hemos visto, en Pagani y Bugatti, por ejemplo. En la propia Koenigsegg también, pero en este caso hablamos de fibra de carbono sin barniz ni cualquier otra capa de material protector.
En principio, las carrocerías en fibra de carbono ya son caras de por sí. Y por caras, quiero decir, que incluso a este nivel de gama se consideran caras. La complejidad del proceso de fabricación es tal que justifica el desorbitado precio que requieren.
Y es que a la hora de montar los paneles de carrocería, las fibras de los diferentes paneles han de coincidir juntas para lograr un efecto de continuidad entre las fibras de la puerta, por ejemplo, y las del techo así como las de las aletas delanteras y traseras. Un auténtico rompecabezas de producción y montaje.
Fibra de carbono al desnudo
Y después están los acabados, con varias capaz de barniz para proteger la fibra de carbono y que conserve ese brillo y esa profundidad de color en el tiempo. Pero esta última etapa, en el Koenigsegg Naked Carbon, no se aplica. En su lugar, los operarios pulen a mano todos los paneles de carrocería para eliminar hasta la más mínima capa de epoxy que cubre la fibra de carbono.
Koenigsegg asegura que así el coche es 20 kg más ligero con respecto a un Regera pintado. Además, la ausencia de capas de barniz o pintura hacen que la carrocería sea mucho menos sensible a las rayadas y pequeños desperfectos.
Fotos | Keno Zache Photography
