No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla. Fue hace casi diez años cuando Bugatti anunció el lanzamiento de un superdeportivo con 1.001 CV, haciéndose llamar el coche de producción más rápido del planeta: el Bugatti Veyron. Desde aquel 2005, las cosas no le han ido nada mal a la firma perteneciente al Grupo Volkswagen.
Hasta el momento han sido vendidos 442 Bugatti Veyron; el plan es producir sólo 450 unidades. Los ocho restantes, correspondientes a las versiones Grand Sport y Vitesse —el coupé dejó de producirse hace cuatro años— serán fabricados a un ritmo de uno por semana.
En cuestión de dos meses podrá darse por terminada la producción del Bugatti Veyron, para dar lugar a su sucesor, que podría ser presentado a finales de este año o principios del siguiente. Apenas salga el último Veyron de la planta, se pondrán en marcha los preparativos para montar unidades preserie del Chiron, posible nombre del reemplazo.
El Bugatti Chiron podría llevar el mismo motor de 16 cilindros en W del Veyron, pero obteniendo más de 1.200 CV de sus 8,0 litros de cilindrada y de sus cuatro turbos.
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