La DGT ha presentado en sociedad el primer tramo con la nueva señalización de distancia de seguridad. Los llaman galones (como la medida de volumen imperial o distintivos militares), en vez de chevrones. Esta señalización no es totalmente nueva, ya la podíamos encontrar en lugares como la A-5 a la altura de los túneles de Miravete, pero con carteles diferentes.
A 120 km/h la distancia mínima entre turismos será de dos galones, a menos distancia existe un riesgo elevado de multa con pérdida de puntos. Pero eso es lo de menos, porque lo peor que puede ocurrir es una colisión por alcance. La DGT cifra en 90 muertos anuales como consecuencia de no respetar la distancia de seguridad.
En los túneles también habrá que dejar dos galones de separación, y en tramos a 100 km/h, no harán falta 2, pero sí algo más galón y medio al menos (85 metros). El primer tramo que usa la nueva señalización está en la A-42 Madrid-Toledo, a la altura del pk 8,5-9,5 en Getafe.
Próximamente esta señalización se verá más en nuestras carreteras, especialmente en la cercanía de tramos con concentración de accidentes (o puntos negros), donde si se respetase la distancia de seguridad la probabilidad de accidente pasaría a ser residual o anecdótica. Por ejemplo, esa zona de Getafe tiene cuatro tres carriles, límite de 90 km/h ¡y hay accidentes por alcance!
¿Distancia de seguridad? ¿Eso es animal, vegetal o mineral?
La distancia de seguridad es una gran desconocida en España, especialmente en un colectivo concreto, denominados cagaprisas, que estiman que 0,01 metros (1 cm) es distancia suficiente. A 120 km/h se necesitan más de 50 metros para frenar del todo con la inmensa mayoría de turismos del mercado (y son 50 metros en los mejores casos).
Lo que se ve en este anuncio noventero de la DGT plasma la realidad de la colisión por alcance. Un conductor circula pegado a otro, y cuando el que va delante frena, por el motivo que sea, no da tiempo al que va detrás a frenar. ¿Por qué? El problema se llama tiempo de reacción.
Un ser humano en condiciones psicofísicas excepcionales tarda 3/4 de segundo entre que percibe un peligro y realiza una acción locomotora, como pisar el freno. A 120 km/h se recorren 33 metros por segundo, lo que significa que en el mejor caso, el coche recorrerá 24,75 metros sin ningún control.
Esa distancia casi coincide con la mitad de la distancia galón-galón, es decir, 25 metros. Entre galón y galón hay 50 metros. A esos 25 metros hay que añadir lo que necesita el coche para frenar, 50 metros en el mejor caso a esa velocidad, luego visto así 100 metros es una distancia mínima, no un capricho de la DGT.
Los turismos más pesados, como los monovolúmenes, todoterrenos, o familiares cargados… necesitan más distancia de frenado. Entre diferentes marcas de neumáticos totalmente nuevos eso puede aumentar unos 5-6 metros, y si no tenemos frenos, neumáticos y suspensión en perfecto estado, todo eso aumenta.
Por lo tanto, esos dos galones de separación son un mínimo incluso para un conductor experto, en perfectas condiciones psicofísicas, en seco, con un turismo equipado con frenos muy buenos (sobredimensionados), ruedas casi nuevas (totalmente nuevas tienen parafina y resbalan) y a 120 km/h reales.
Tened esto muy en cuenta cuando conduzcáis. En donde no hay galones, es decir, en casi todo el país, hay otra forma de medir distancias, y es fijarnos en los “palitroques” de los márgenes (hitos), marcan 100 metros entre uno y otro, es decir, dos galones. No vayáis más juntos, salvo que haya adelantamiento inminente (doble sentido) o retención.
La distancia de seguridad hay que aumentarla en los siguientes casos:
- Climatología adversa: lluvia, nieve (subirla mucho), hielo (subirla más aún)
- Neumáticos gastados, pero con profundidad legal de surcos
- Amortiguadores con varias decenas de miles de kilómetros
- Ante cualquier percepción de que nuestros reflejos no son los adecuados, incluso tener un mal día o haber discutido con alguien
- Circulando de noche (las distancias se estiman peor)
- Circulando con todas las plazas ocupadas y/o con equipaje abundante, el coche no frena igual
- Si se circula más deprisa, es una responsabilidad moral, ética y de todos los colores aumentar la distancia. Las distancias de frenado no aumentan linealmente proporcional a la velocidad, sino más deprisa.
- Indicios de baja adherencia, como tener zonas de arena próximas a la calzada, o paso frecuente de camiones de obra o tractores
Respetar esa distancia de seguridad es lo que marca la diferencia entre resoplar aliviado, o pegar un grito, o entre salir totalmente indemne y provocar una desgracia. En modelos con frenado automático, esto es totalmente vigente también, porque el sistema no nos sustituye, nos ayuda, pero no hace milagros más allá de las posibilidades de la física.
¿Alguna duda?
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