La directora general de Tráfico, no solo quiere vencer, sino convencer. Seguimos en la espiral descendente de víctimas de tráfico de más de una década que parece no frenarse (y mejor que se así) pero en la DGT siguen pensando en reducir las cifras. Las reformas que se están planteando van enfocadas sobre todo a los más débiles.
Me refiero a los peatones y los ciclistas, que no evolucionan como los vehículos o las vías, y cuya seguridad pasiva sigue siendo la misma desde que aparece el homínido como tal. Además de las cuestiones de velocidad --que no abordaré ahora-- tenemos la polémica de si procede obligar a usar el casco a los ciclistas, también en zonas urbanas.
La comparecencia de Seguí ha sido soporífera, no por ella, sino por las preguntas, interminables en su formulación. Seguí ha sido mucho más escueta, aportando datos y procurando poner argumentos sólidos sobre la mesa. Los ciclistas heridos están aumentando en número, y preocupa lo de los traumatismos craneoencefálicos.
Mucha gente piensa que si se obliga a la gente a usar el casco, se usará menos la bicicleta. Seguí argumentó que todo esto ya se vio en su día con el cinturón de seguridad, el casco en las motocicletas, o con las sillitas infantiles. Desde luego Decathlon y similares están esperando ansiosos el cambio normativo.
Es más, limitar a 30 km/h varias calles de un sentido de la circulación y un carril ayudaría a armonizar la velocidad de los ciclistas por la calzada, ya que quieren sacarlos de las aceras. Desde la AEA piensan que colapsarán el tráfico de las ciudades, aunque eso habrá que verlo.
Es cierto que los coches empiezan a implementar contramedidas para evitar arrollar a ciclistas, pero se cuentan con los dedos, ¿y los demás millones de vehículos qué? También habrá más control sobre los dispositivos de retención infantil, y se van a eliminar exenciones de uso del cinturón de seguridad, incluyendo taxistas.
¿Casco obligatorio o recomendado?
El año pasado se contabilizaron 83.027 accidentes. Las víctimas mortales fueron 2.060, 11.347 heridos graves y 104.280 heridos leves. Sigue siendo mucha gente. Lo veamos como lo veamos, el casco salvaría muchas vidas, aunque no sea cómodo, y aunque incrementará la recaudación municipal de multas.
Varios colectivos, entre ellos muchos ciclistas, consideran que es un abuso que se obligue a usar el casco, y que convertiría la legislación en más restrictiva que en otros países europeos. ¿Desincentiva el uso de la bici? María Seguí ha hablado de estudios que ponen en duda esta afirmación, basándose en datos reales.
Si el casco es tan bueno y reduce los traumatismos, ¿por qué no obligar a los automovilistas a usarlo? Esa pregunta de Toni Cantó (UPyD) nos lleva a la cuestión de la comodidad/seguridad. Un conocido comentarista de por aquí, un tal BlueSkull, lo lleva al extremo y defiende el uso de arneses y asientos de competición. Más seguro, sí, más cómodo, no.
De momento no se ha aprobado nada, está en fase de tramitación, y Seguí se comprometió a escuchar a las partes implicadas. ¿Qué os parecen estas medidas? ¿Protegerán a quienes dicen o solo serán un incordio? ¿Le dará la razón el tiempo a María Seguí?