Los distintos tipos de radares y artimañas utilizados para controlar los excesos de velocidad son cada vez más variados. Hace tan solo unos días Barcelona mostró cómo ocultar radares con un camión y disparar fotos a discreción, mientras la DGT ya está probando su nuevo y eficaz pequeño radar, el Trucam II.
Se trata del cinemómetro chiquito pero matón que la empresa Tradesegur desveló por primera vez en el Salón Internacional de la Movilidad Segura y Sostenible (Traffic) de 2019 y que se estrenó en la calle a finales del pasado mes de julio, aún en fase de pruebas y en una ubicación de la geografía española desconocida.
Sin embargo, en esta ocasión la red Social Drive ha publicado una nueva instantánea en la que puede verse el radar oculto en el puente de la Universidad de Salamanca, instalado concretamente en un pequeño trípode y oculto detrás de las vallas que separan la acera de la calzada.
De puente en puente 🌉.... y freno porque el radar está presente
— SocialDrive (@SocialDrive_es) September 6, 2020
TruCAM escondido 📸🕵️♀️ pic.twitter.com/vqNvMlPIRJ
Esta es una avenida urbana con dos carriles para cada sentido en la que la velocidad está limitada a 50 km/h. No obstante, según apunta la publicación local Tribuna de Salamanca, es habitual ver a vehículos circulando a mayor velocidad pese a que se han tomado algunas medidas de regulación de tráfico, entre ellas, una nueva rotonda y dos radares en el tramo más próximo a la avenida de los Maristas.
Una mala práctica, la de exceder el límite de velocidad, que estos días ha estado controlada como se puede ver en la imagen revelada por Social Drive mediante un TruCAM II, el cinemómetro más potente conocido hasta la fecha. En cualquier caso, Tráfico no ha notificado acerca de su existencia, por lo que se sobreentiende que sigue en fase de pruebas.
Tres fotos por segundo y hasta 1,5 km de distancia
El nuevo radar es capaz de cazar los excesos de velocidad a una distancia de hasta entre 1.200 y 1.500 metros, es decir, supera la distancia en línea recta a la que el Pegasus y el helicóptero del Servei Català de Trànsit (SCT) pueden detectar infracciones de velocidad (1.000 metros, en el caso del segundo).
Si bien, su distancia óptima para operar oscila entre los 15 y los 150 metros, pudiendo tomar fotografías en alta definición de los vehículos que circulen por encima del límite de velocidad establecido, hasta los 320 km/h, con un margen de error de 2 km/h.
El Trucam II puede capturar hasta tres imágenes por segundo, una cada 0,33 segundos, que pueden ser enviadas de forma instantánea a los agentes de tráfico ubicados en el control unos cientos de metros más lejos gracias a la conectividad Ethernet y WiFi del dispositivo.
Pero si los miembros del cuerpo policial se encontrasen junto con el radar, también podrán visualizar las fotografías captada in situ en la pequeña pantalla táctil LCD de 9,4 cm con la que cuenta el Trucam II en su parte posterior.
Otra de las grandes ventajas del nuevo radar de la DGT es su tamaño. Mide 21 cm de longitud, 9,8 cm de anchura y 31,7 cm de altura, es decir, es incluso más pequeño que los radares radares Veloláser, los más reducidos que utiliza a día de hoy la DGT, y pesa solo 1,6 kg gracias a parte de los componentes de aluminio que lo conforman.
Sus capacidades, pese a sus contenidas dimensiones, son excepcionales. Y es que no solo supera con crece los 50 metros de distancia a los que puede operar el radar Velolaser, sino que además puede vigilar las carreteras de forma ininterrumpida durante un intervalo de entre ocho y diez horas gracias a su batería de iones de litio, y funcionar a temperaturas comprendidas entre los - 10ºC y los 60ºC.
También es capaz de discriminar los vehículos según su tipología (turismos, comerciales, industriales, etc), de operar durante la noche gracias a su 'modo nocturno', y de tomar fotografías del interior de los coches a fin de detectar otras infracciones de tráfico como el no uso del cinturón.
Tras la llegada de los drones y recientemente de las furgonetas camufladas, parece que la DGT ya tiene casi lista su nueva próxima arma, la más potente hasta la fecha. Queda por descubrir cuándo comenzará operar de forma oficial.
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