Si tuviéramos que nombrar una infraestructura de tráfico eminentemente europea, sin duda sería la rotonda. Cómo nos gustan las rotondas en Europa. En Estados Unidos, en cambio, apenas existen rotondas y la mayoría siguen sin entenderlas. Aun así, en California han instalado una turborrotonda, con bordillos en lugar de líneas blancas, para salvar el cruce de dos “autovías”.
Las rotondas pueden reducir drásticamente los accidentes, las lesiones y las muertes, pueden mejorar el tráfico e incluso ahorrar bastante dinero si lo comparamos con un cruce con semáforo, por ejemplo.
Así, en un cruce conflictivo entre dos autovías en San Benito, California, instalaron una rotonda en lugar de un clásico cruce con semáforos y señales de Stop. Sin embargo, desde su apertura a principios de este año, la rotonda parece estar causando aún más accidentes.
Al tratarse de un cruce entre dos autovías, dos carreteras nacionales de doble carril con separación en el medio, las autoridades de California optaron por instalar una turborrotonda, con carriles separados para facilitar el uso de la rotonda. Pero en lugar de líneas para separar cada carril apostaron por instalar bordillos. Quizá sería así más fácil de entender para los usuarios.
Sin embargo, ha provocado confusión entre algunos conductores, algunos han sido vistos entrando en la intersección en dirección contraria, saltando por encima de los brodillos de carril y saltándose las señales de ceda el paso.
@831vee831 Turbo Roundabout Hwy 25 Hollister flowing as planned….
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La decisión de construir una turborrotonda en sustitución del cruce con semáforos, fue motivada porque se registraban más del doble de accidentes que en intersecciones similares del estado, algunos de ellos resultando en lesiones graves o muerte. En particular, se produjo un número inusual de colisiones por alcance y choques laterales.
En estos casos, una rotonda parecía una buena idea, pero según el medio local MercuryNews, en la nueva rotonda se registra una media de un accidente de tráfico cada 2,5 días. Antes de su instalación, se registraba una colisión cada ocho días.
Pero a pesar del aumento de accidentes, las autoridades y los expertos confían en que todo forme parte de una "curva de aprendizaje" que suele producirse con las nuevas rotondas, y señalan que las muertes y lesiones graves se han reducido a cero desde que se completó la nueva intersección.
Entonces sí, habrá más accidentes, de chapa y pintura esencialmente, pero al final la rotonda sigue siendo más segura. Y si en la rotonda mágica de Swindon, Reino Unido, apenas ha habido accidentes en 50 años, una turborrotonda con bordillos también puede ser más segura.
