El Grupo Renault ha decidido cambiar de estrategia en el que es el mayor mercado automovilístico del mundo y ha anunciado que dejará de vender turismos de combustión en China. El fabricante francés transferirá su participación en la empresa conjunta Dongfeng Renault Automotive Company a Dongfeng Motor, con quien fabrica el Renault Captur, el Kadjar o el Koleos.
La marca del rombo se centrará, en cambio, en el negocio de vehículos comerciales ligeros y de coches eléctricos en China a través de otras asociaciones.
Un auténtico reto en China
El área de vehículos comerciales ligeros de Renault en China continuará operando a través de Renault Brilliance Jinbei Automotiv, una joint venture que nació a finales de 2017.
Por su parte, el negocio de vehículos eléctricos se desarrollará a través de las dos empresas conjuntas existentes: eGT New Energy Automotive y Jiangxi Jiangling Group Electric Vehicle. A partir de 2021 se venderá una variante del City K-ZE para Europa basada en el concept Dacia Spring.
Dacia promete que será "el coche urbano 100 % eléctrico más accesible del mercado", con un precio que rondaría los 10.000 euros.
La firma del rombo ha asegurado no obstante que seguirá brindando un servicio posventa para sus 300.000 clientes a través de los concesionarios Renault y a través de su alianza con Nissan.
Con 860.000 vehículos eléctricos vendidos en China en 2019, es, con mucho, el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo. Se espera que las ventas de vehículos eléctricos alcancen el 25% del mercado chino para 2030.
Pero atraviesa uno de sus peores momentos. Según datos de Automotive News China, las entregas de vehículos ligeros llevan 21 meses consecutivos de pérdidas. Solo en febrero el volumen cayó un 79 %, aunque en marzo la disminución ha sido algo menor, del 43 %.
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