Renault echa cuentas para afrontar la financiación de sus planes de electrificación, y entre sus alternativas baraja desprenderse de parte de las acciones que posee en Nissan, principal socio de su alianza.
Así se desprende de una reciente información de Bloomberg, la cual recoge que esta opción está encima de la mesa como medio para lograr el último propósito de su CEO Luca de Meo: crear una nueva marca para sus modelos eléctricos, separándolos de los de combustión.
De optar por esta vía, la operación contaría con la aprobación previa de la firma japonesa tal y como confirmó el director financiero de Renault, Thierry Pieton.
Aliviar tensiones en la alianza
Actualmente Renault posee el 43 % de las acciones de Nissan, lo cual supone en total 1.830 millones de títulos valorados en unos 7.100 millones de euros según la cotización presente. Desprenderse de una parte de estas acciones podría reportar a la firma del rombo un beneficio de varios miles de millones de euros.
El primer interesado en adquirir estas acciones sería la propia Nissan, en una operación que, de materializarse, aportaría un mayor equilibrio en las posiciones de los dos aliados.
No en vano, a diferencia de lo anterior, la participación de Nissan en Renault representa únicamente un 15 %, y la firma nipona no cuenta con poder de voto en la toma de decisiones de los franceses.
Así las cosas, esta venta de acciones podría contribuir a aliviar estas tensiones dentro de la alianza que ambos mantienen y a la cual también pertenece otro fabricante japonés, Mitsubishi. No obstante, desde la marca gala tampoco descartan buscar otros compradores externos.
Sea como fuere, estos movimientos y deliberaciones por parte de Renault confirman sus intenciones (ya adelantadas por de Meo) de separar las líneas de producto de combustión y electricidad, al uso de lo que ya ha hecho Ford con sus divisiones 'Ford Blue' y 'Ford Model E'.
Por tanto, la decisión para Renault parece tomada a falta de resolver la cuestión del coste económico. Algo que no es baladí en su actual situación, comprometida por la congelación de sus actividades en Rusia.