Probamos el Renault Captur 2020: un SUV urbano que crece en tamaño, habitabilidad y capacidad de personalización
"Un emblema para Renault", así define la marca gala al Renault Captur, uno de sus modelos de mayor éxito. El B-SUV, que acaba de estrenar su segunda generación, ha comenzado su andadura comercial en España en enero de 2020 y ya nos hemos puesto a sus mandos en un primera toma de contacto para conocerlo más en detalle. Más tecnológico, aún más personalizable y una mejorada habitabilidad son tres de los pilares con lo que se presenta esta nueva entrega.
Desde luego, los números acompañan al Renault Captur: desde su lanzamiento en 2013, se han vendido más de 1,5 millones de unidades en los 70 países que se comercializa (108.000 en España y con 19.033 vendidas al cierre de 2019). Por ello, este todocamino urbano es uno de los modelos más importantes para Renault y no de extrañar que la marca haya decidido llevar también su producción a China, a la planta de Wuhan.
No obstante, los Captur que se produzcan en China serán exclusivos para el mercado de la República Popular, por lo que para un gran número de mercados se seguirá exportando desde la factoría de Valladolid, que ha vuelto a ser escogida para dar salida al SUV urbano. Es decir, seguirá siendo 'made in Spain'.
El Captur fue uno de los pioneros, junto al Nissan Juke, en abrir este segmento. Hoy tiene más de 20 competidores. Por ello, tampoco extraña que haya sido escogido para ser el primer retoño de la marca en estrenar una variante híbrida enchufable: el Captur E-Tech Plug-In. Renault promete que estará disponible en España a mediados de 2020.
Mientras tanto, vamos a conocer a este SUV urbano en sus opciones térmicas, que mejora en muchos aspectos, como hemos podido comprobar en esta primerísima prueba.
La familia Captur: mucho donde elegir
Cuatro acabados (Life, Intens, Zen y Zen +), y siete opciones mecánicas conformarán su gama en España: tres gasolina y dos diésel, a las que se suman la plug-in hybrid (con apellido E-TECH) y una adaptada a GLP (asociada a la variante de acceso de gasolina de 1.0 litro y 100 CV, que estará disponible en marzo). Además de esta opción básica encontramos los gasolina TCe de 1.3 litros con dos rangos de potencia (130 CV y 155 CV) y las de gasóleo Blue dCi de 1.5 litros en potencias de 95 y 115 CV.
Tres cajas de cambios estarán disponibles en esta nueva entrega: dos manuales de cinco y seis velocidades, siendo la primera exclusiva de la variante de 100 CV, ya sea en su opción de gasolina o combinada con GLP, y una automática EDC de siete relaciones que sólo es seleccionable con el propulsor 1.3 de 130 CV y el diésel más potente y exclusiva para el más prestacional de los Captur, el gasolina de 155 CV de entrega.
A ello se añaden nada menos que 90 combinaciones posibles para el exterior y 18 para el habitáculo, con tres y cuatro packs de personalización respectivamente. Y es que el Captur ha querido mejorar en habitabilidad, tecnología y dinámica, pero sin perder su esencia en la que siempre ha mandado el diseño y la personalización.
No en vano, el 44 % de los clientes españoles, y el 42 % de los europeos, que se han hecho con sus servicios lo han escogido por su estética, marcada por ese exterior bitono que, en esta segunda entrega, ofrece aún más tonalidades donde escoger para el techo (cinco en total) e igual ocurre con la carrocería, que eleva sus posibilidades a 11. La nueva andadura del Captur en España comenzará a mediados de diciembre, momento en el que se abrirán sus pedidos y en el que también conoceremos sus precios.
Más habitable y mejorada modularidad
Respecto al modelo saliente, el Renault Captur 2020 crece en tamaño, sobre todo a lo largo (+11 cm), aunque también lo hace a lo ancho (1,9 cm). Asimismo, la batalla aumenta (+33 cm), lo que se traduce en una mejorada habitabilidad, ofreciendo hasta 1,7 centímetros más para las piernas en las plazas traseras cuando la banqueta posterior está en su posición más retrasada.
LONGITUD | ALTURA | ANCHURA | BATALLA | MALETERO |
---|---|---|---|---|
4.227 mm | 1.576 mm | 1.797 mm | 2.639 mm | 536 / 1.275 litros |
Y es que el Captur permite regular los asientos traseros longitudinalmente (mediante una palanca que se acciona en el centro), pero su objetivo es aumentar el espacio de carga del maletero y no para dárselo a las piernas: la banqueta la podemos pegar literalmente a las plazas delanteras y así ganar 16 centímetros. El maletero en este nuevo capítulo del B-SUV, también se incrementa, por cierto: con 81 litros más, ahora llega a los 536 litros, siempre que hagamos uso del doble fondo (bastante profundo, por cierto) y alcanzando los 1.275 litros si abatimos la bancada posterior.
Al igual que ocurre con la quinta generación del Clio, Renault ha cuidado que el acceso a las plazas traseras sea lo más cómodo posible, mejorando en el Captur por su mayor altura al suelo. Y para tratarse de un SUV pequeño, la verdad es que las plazas traseras dejan suficiente espacio para las piernas (22,1 cm) incluso para alguien cercano a los 1,90 metros de altura, que no llega a dar con ellas en el respaldo de los asientos frontales, ni tampoco con su cabeza en el techo (del cojín al techo ofrece 90,8 cm).
Pese a que sólo aumenta en poco menos de 2,0 centímetros la anchura exterior, Renault ha trabajado para aumentar el ancho del habitáculo. Así el túnel central aumenta en 1,5 centímetros y la bancada trasera en 4,0 centímetros, por lo que, según la firma gala, ofrece tres plazas traseras reales. En la práctica, sin embargo, el asiento central es bastante justo, y aunque pueden caber efectivamente tres personas, sólo dos encontrarán verdadera comodidad.
Si bien no nos ha sorprendido tanto como el Skoda Kamiq, uno de sus rivales y que también hemos conducido recientemente, lo cierto es que Renault ha hecho un excelente trabajo en la habitabilidad de las plazas posteriores, siempre teniendo en cuenta que hablamos de un todocamino urbano claro.
Además, de su mayor volumen de carga para el maletero, el nuevo Renault Captur ofrece un total de 27 litros adicionales en el habitáculo, repartidos entre los huecos portaobjetos de las puertas, bajo el túnel central gracias a su disposición flotante, el cofre del túnel central, la zona bajo la consola, los dos posavasos (para botellas de hasta medio litro) o la gigantesca guantera de tipo cajón que ya conocíamos de la primera generación.
Y aunque si alguien va sentado en el asiento del acompañante puede resultar incómoda de abrir, haciéndose complicado en personas de elevada altura, lo cierto es que este ‘cajón’ que sale del salpicadero ofrece un gran espacio adicional al alcance de la mano del conductor que no solemos encontrar habitualmente.
Todas estas bondades de funcionalidad van acompañadas de una mejorada calidad percibida: las superficies del Captur son gomosas y blandas, agradables al tacto, algo que la marca afirma que se replica en todos los acabados, aunque sólo hemos tenido oportunidad de comprobar que así es en sus dos opciones más completas, la Zen y la Initiale París (que no llegará a España, encontrando su homóloga, salvando las distancias, en la Zen+).
Y ello se completa con acentos en diferente tonalidad en contraste en los paneles de las puertas, la zona baja del salpicadero, el marco de su ‘flotante’ túnel central, aportando ese toque chic y cuidado que tan bien ha funcionado en este B-SUV.
Al volante del Captur: todo a mano
Al sentarnos a los mandos del nuevo Renault Captur apreciamos que, como promete Renault, han puesto el acento en ofrecer una ergonomía mejorada para su todocamino urbano como hizo con el Clio, con el que prácticamente calca diseño interior. Ello lo consiguen gracias a una consola central elevada, con el display ‘flotando’ por encima del salpicadero, lo que permite ubicar los mandos más a mano del conductor, así como la palanca de cambios.
Los asientos delanteros son muy cómodos, ofreciendo un buen soporte para la zona lumbar, que queda perfectamente recogida, por lo que promete ser un buen compañero en trayectos largos. Además, el volante, más compacto y que mejora la visibilidad de la instrumentación, ahora digital por cierto, dispone de una generosa zona de apoyo para los pulgares, por lo que invita a cogerlo correctamente y resulta muy confortable.
Desde los botones al estilo de las teclas de un piano bajo el display central podemos seleccionar los diferentes modos de conducción, activar o desactivar el Start & Stop, la cámara trasera, el asistente de aparcamiento o la calefacción de los asientos (en las versiones que lo incluyan).
No obstante, por ejemplo en el caso de los modos de conducción (Eco, Sport y My Sense personalizado), una vez damos al botón, sólo podremos seleccionarlos en el display, que si bien es bastante grande y ayuda su ubicación elevada, hace que alejemos la vista de la carretera.
Por el contrario, la climatización se maneja gracias a tres ruletas bajo la pantalla central: se agradece que el Captur no haya caído en la moda de "todo se maneja desde el display" al estilo Tesla, pese a hacer gala de un interior marcadamente digital.
Conduciendo el Captur gasolina de 130 CV
Sólo teníamos disponibles dos variantes térmicas de las cinco que se ofrecerán en el mercado, las de gasolina TCe de 1.3 litros de 130 CV y 155 CV. El recorrido más largo lo hicimos con el 130 CV, asociado a la caja de cambios manual de seis velocidades, que es la variante que más esperan comercializar en nuestro mercado.
Con esta versión hicimos una ruta en zonas urbanas, con poco tráfico, y por carreteras convencionales poco exigentes, salvo alguna zona algo más revirada. La nueva plataforma modular CMF-B, la misma que el nuevo Clio aunque con reglajes específicos para el Captur, promete sobre el papel a mejorar en rigidez y estabilidad en curva a elevada velocidad, gracias al guiado del tren trasero y la puesta apunto de los amortiguadores.
Y lo cierto es que el Captur se mueve bien en trazados revirados, con una dirección que si bien es blanda también es muy precisa, gracias a la desmituplicación que se reduce en un 10 % desde el punto cero. Además, la caja de cambios manual de seis velocidades nos ha gustado mucho, con transiciones imperceptibles y rápidas, y el motor apenas se queda ahogado, incluso a bajas revoluciones.
Asimismo, en esta nueva entrega el Captur ha sido concebido para ser más ágil en ciudad y para maniobrar en espacios estrechos, debido a su diámetro de giro aumentado, que pasa a ofrecer hasta 11 metros entre aceras. Esto le permite ser muy ágil en atascos o en calles estrechas y en giros pronunciados.
En el breve tramo que hicimos en autovía, comprobamos además que los 130 CV de esta variante son más que capaces para vías rápidas, así como para realizar adelantamientos en carreteras convencionales. En definitiva, y aunque el Captur ha nacido para la ciudad, no por ello deja de ser buen compañero para trayectos largos en autovía.
La suspensiones son firmes, pero cómodas, absorbiendo eficazmente resaltos y baches, a lo que se suma el buen trabajo de insonorización en cabina, que mejora en esta nueva entrega reduciendo la rumorosidad gracias al refuerzo de la estructura de la carrocería, al uso de nuevos materiales de aislamiento para el habitáculo, a ajustar las juntas, a la doble estanquidad para las puertas o al tratamiento del parabrisas, con film acústico.
El Captur circula sólo en atascos, aunque...
Por su parte, la variante del Captur equipada con el gasolina de 155 CV, con cambio automático EDC, sólo pudimos conducirla en ciudad y durante un trayecto en el que estuvimos atascados la mayor parte del tiempo. No obstante, se presentaba como el escenario ideal para probar el control adaptativo de velocidad con función Stop & Go, del que sólo disponen las variantes de gasolina equipadas con la caja de cambios automática y que no está disponible aún en España.
Esta tecnología, bautizada como Highway & Traffic Jam Companion y que opera junto al asistente de mantenimiento de carril, permite al Captur frenar y acelerar de forma autónoma en atascos respecto al vehículo que nos precede, pudiendo regular la distancia a tres niveles (2,4 segundos, 1,2 segundos y 2,0 segundos). El nivel de autonomía es de nivel 2, por lo que requiere siempre que mantengamos las manos en el volante.
Todo ello lo hacemos a través de los mandos del volante: regulamos la velocidad máxima, en este caso 50 km/h ya que vamos por ciudad, y el sólo va adaptándose en función del tráfico (opera entre los 0 y los 170 km/h). Lo cierto es que opera bien, frenando autónomamente cuando lo hace el vehículo que va delante y a una distancia adecuada, siendo la ideal a nuestro parecer la de 2,0 segundos, para volver a reanudar la marcha cuando lo hace el vehículo que nos precede.
No obstante, si la detención supera los tres segundos, el sistema obliga al conductor a reanudar la marcha, ya sea desde el mando del volante o pisando el acelerador. Esto resulta un tanto incómodo, ya que tarda en avisar desde la instrumentación digital. A eso se suma que tras tres segundos de inactividad, el sistema se desactiva, por lo que tenemos que volver a accionarlo para que siga conduciendo de forma autónoma en el atasco, lo que puede resultar algo engorroso hasta que le pillamos el truco.
A tope de tecnología
El mencionado control de crucero adaptativo es uno de los protagonistas tecnológicos del nuevo Renault Captur, pero lo cierto es que el B-SUV ha dado un paso de gigante en tecnología, disponiendo de todo un arsenal de sistemas al servicio de la asistencia, la seguridad, el confort y la conectividad.
Así, el Captur cuenta con un interior digital, con un cockpit digital integrado en una pantalla que puede ser 10,3 pulgadas o de 7 pulgadas, y que podemos personalizar para que nos ofrezca la información deseada, cambiando automáticamente según el modo de conducción seleccionado (también lo hace la iluminación interior, aunque no lo apreciamos debido a que lo conducimos de día).
Asimismo, el Renault Captur 2020, incorpora el nuevo display digital multimedia en disposición vertical flotante, al estilo tablet, que se eleva por encima del salpicadero y que se ofrece a su vez en dos tamaños (9,3 pulgadas y 7 pulgadas). Ésta integra el nuevo sistema Renault EASY LINK, con tecnología 4G y que se actualiza autónomamente, y en aquellas variantes que dispone de navegador integrado opera mediante motor de búsqueda de Google.
De esta manera, podemos preguntar por puntos de interés, restaurantes o gasolineras de forma genérica y automáticamente nos indica los más cercanos en la ruta seleccionada. Especialmente útil es como muestra las estaciones de servicio, indicando en verde las más baratas y en rojo las más caras, para que podamos escoger mediante un simple vistazo.
Otra función interesante de la que dispone este sistema es la de 'Navegación puerta a puerta': desde el móvil, podemos planificar una ruta de forma remota para enviarla al navegador del coche. Cuando lo encendamos, ya estará preparado para iniciar el itinerario.
Además, el Captur dispone de cuatro puertos USB, dos para las plazas delanteras y otros dos para las plazas traseras, y conector de 12 V, también delante y detrás, o de faros Full LED tanto en los faros delanteros como traseros, disponibles desde el primer acabado.
A estas opciones de conectividad se suman un notable conjunto de sistemas de asistencia que en conjunto la marca del rombo denomina como ADAS. En los mismos encontramos limitador inteligente de velocidad, control automático de luces largas/cortas, frenada activa de emergencia con detector de peatones y ciclistas (de serie en todas las variantes), alerta por ángulo muerto, reconocimiento de señales (nos muestra en rojo la señal en el cockpit cuando superamos el límite), o alerta de cambio de carril con asistente de trayectoria.
Además, el nuevo Captur también ofrece asistente de aparcamiento autónomo (Easy Park Assist), gestionando sólo la dirección, cámara de marcha atrás, cámara 360º (que, al activarla, muestra en la pantalla central lo que rodea al vehículo para facilitarnos las maniobras de estacionamiento), radar de proximidad delantero y trasero, y detector de tráfico trasero, que alerta en caso de que un coche se cruce en nuestra trayectoria si salimos de una plaza de aparcamiento.
En conclusión, el Renault Captur 2020 nos ha gustado mucho en esta nueva generación, sobre todo en lo que toca a la parte tecnológica y de diseño, a lo que se añade su buen hacer sobre el asfalto.
Sus precios, incluyendo descuento de lanzamiento, oscilan entre los 16.632 euros de su opción más básica, en acabado Life y con motor gasolina de 100 CV y cambio manual de cinco velocidades, y los 25.562 euros correspondientes al tope de gama Zen + y su mecánica más potente, el gasolina de 155 CV con cambio automático EDC.
- Renault Captur Life TCe 74 kW (100 CV) MT5: 16.631,66 euros.
- Renault Captur Intens TCe 74 kW (100 CV) MT5: 18.389,15 euros.
- Renault Captur Intens TCe 96 kW (130 CV) MT6: 19.624,79 euros.
- Renault Captur Intens Blue dCi 70 kW (95 CV) MT6: 20.384,16 euros.
- Renault Captur Intens Blue dCi 85 kW (115 CV) MT6: 21.239,15 euros.
- Renault Captur Zen TCe 74 kW (100 CV) MT5: 20.384,16 euros.
- Renault Captur Zen TCe 96 kW (130 CV) MT6: 21.619,79 euros.
- Renault Captur Zen TCe 96 kW (130 CV) EDC7: 23.139,78 euros.
- Renault Captur Zen TCe 113 kW (155 CV) EDC7: 24.089,78 euros.
- Renault Captur Zen Blue dCi 70 kW (95C V) MT6: 22.379,16 euros.
- Renault Captur Zen Blue dCi 85 kW (115 CV) MT6: 23.234,16 euros.
- Renault Captur Zen Blue dCi 85 kW (115 CV) EDC7: 24.849,16 euros.
- Renault Captur Zen + TCe 96 kW (130 CV) EDC7: 24.612,29 euros.
- Renault Captur Zen + TCe 113 kW (155 CV) EDC: 25.562,29 euros.
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