El Audi A3 2.0 TDI es actualmente el modelo más prestacional de los diesel, gracias a sus 150 caballos de potencia y a un motor con mucho nervio, que permite conducirlo de forma tranquila y eficiente, gastando apenas 4 l/100 km o darse una alegría de vez en cuando subiendo un puerto de montaña.
Una de las premisas de Audi a la hora de desarrollar el nuevo modelo era reducir el peso del conjunto al mínimo, algo lógico hoy en día teniendo en cuenta que la eficiencia y los bajos consumos son un punto clave para alcanzar el éxito.
Así los A3 1.4 TFSI de 122 caballos pesan solo 1.175 kilos, situándose como un auténtico peso pluma dentro del segmento. Para que nos hagamos una idea de hasta que punto en Audi han trabajado para reducir el peso al mínimo, basta con decir que la báscula ha estado al lado de todos los equipos de desarrollo.
Tanto es así que en su intento de reducir el peso de la mayoría de elementos mecánicos, el cableado del coche se ha reducido al mínimo imprescindible para ahorrar 1,5 kilos respecto al modelo anterior.
El motor 2.0 TDI es bastante más pesado, tanto que la unidad de pruebas se iba hasta los 1.355 kilos. Tampoco es un peso exagerado y gracias a esos kilitos el coche tiene un aplomo más notable que las otras versiones.
A pesar de ello, un BMW Serie 1 118d pesa 1.390 kilos y un Mercedes Clase A 200 CDI BlueEFFICIENCY se va hasta los 1.445 kilos. Si, el Audi es el modelo más ligero de todos sus rivales y eso se nota cuando estás al volante.
Dinámicamente el Audi A3 2.0 TDI no es un coche que pretenda ganar en las tablas de prestaciones. Acelera de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos, alcanza 216 km/h de velocidad punta y todo ello lo combina con un comportamiento en carretera muy neutro, confortable y acertado.
Cumpliendo con las expectativas
Puedo decir que no aporta ni más ni menos de lo que inicialmente esperaba de él en cuanto a comportamiento. Es el coche perfecto para todo el mundo que quiera un compacto con acabados de calidad, ágil, dinámico y razonablemente confortable.
Digo razonablemente porque los tarados de suspensiones me han parecido demasiado duros para tratarse de una versión sin aspiraciones deportivas. La unidad de pruebas llevaba el tren de rodaje deportivo que reduce 15 mm la altura de la carrocería.
Si le unimos las llantas opcionales de 18 pulgadas (las de serie son de 17 pulgadas), entendemos que el confort cuando ruedas sobre firme en mal estado no sea todo lo bueno que esperaba. Tal vez con las llantas originales y el tren de rodaje de serie no hubiese penalizado en este sentido.
En cambio en carreteras con buen trazado, autopistas y demás, el nuevo Audi A3 permite hacer muchos kilómetros sin que tu cuerpo acuse el cansancio. Comparado con el único de sus rivales directos que he probado, el BMW Serie 1, el A3 es más confortable y su tacto es menos deportivo. Por eso es un Audi.
El tacto de la dirección es bueno, es bastante directa y rápidamente le coges el tacto. Es una servodirección electromecánica y en ciudad se suaviza tanto que si no fuese peligroso, podrías llevar el coche con solo un dedo.
Un habitáculo mal aislado de los ruidos de motor
El motor a pesar de ser de desarrollo completamente nuevo, hace bastante ruido y eso se nota demasiado en el habitáculo. Tanto rodando en ciudad y carretera como cuando el sistema Start/Stop vuelve a poner en marcha el motor después de una parada, se nota demasiado el sonido del diesel en el interior.
Es uno de sus únicos puntos negativos, pero según me comentan algunos compañeros que ya han tenido oportunidad de probar el SEAT León, es un problema que comparten ambos modelos. ¿Ocurrirá lo mismo con el Volkswagen Golf?
Por lo demás los 320 Nm que entrega entre las 1.750 y las 3.000 RPM, permiten acelerar con bastante fuerza, jugando con la palanca del cambio de marchas que, también hay que decirlo, tiene un tacto excelente.
En un puerto de montaña o en tu carretera de curvas favorita, el coche puede darte más dosis de diversión de las que pensabas. Gracias al par motor constante que entrega en los regimenes más utilizables, en todo momento tienes sensación de fuerza y eso se agradece.
Esta versión es de tracción delantera, y a la salida de las curvas más cerradas cuando el firme no está del todo seco como en la prueba, las pérdidas de tracción son habituales si nos pasamos de ímpetu con el pie derecho.
Durante este año están llegando las versiones Quattro con embrague multidisco de gestión electrónica y accionamiento hidráulico, algo de lo que no pueden hacer gala sus rivales el Serie 1 y el Clase A. Punto para el Audi.
Hay que tener en cuenta que en las cajas de cambios modernas, las marchas más bajas son muy cortas para favorecer ese dinamismo del que hablábamos, mientras que las marchas más altas tienen desarrollos largos para bajar las revoluciones y reducir los consumos en carretera.
Aunque ya hemos hablado de este sistema en otros modelos de la gama Audi, el A3 incluye en el nivel de equipamiento Ambition el Audi drive select, que permite elegir entre los modos comfort, auto, dynamic, efficiency o individual para adaptar el comportamiento del coche al tipo de conducción. Y es impresionante como llega a cambiar su carácter.
En definitiva, dinámicamente el nuevo Audi A3 2.0 TDI cumple con las expectativas que tenía puestas en él. No destaca en ningún parámetro concreto, no hay un rasgo que le caracterice por encima de otro. Pero precisamente ese equilibrio en la puesta a punto del conjunto le convierten en un coche muy satisfactorio.
Además si lo comparamos con su antecesor de 140 caballos, el nuevo modelo con sus 4,1 l/100 km consume un 7% menos que este, lo cual le permite aumentar la autonomía hasta los 1.200 km a pesar de que el depósito de combustible es de solo 50 litros. El futuro pasa por este tipo de detalles.
Continuará.
En Motorpasión | Audi A3 2.0 TDI, prueba (exterior e interior; conducción y dinámica; equipamiento, versiones y seguridad; vídeo, valoración y ficha técnica)