Porsche jamás esquiva un desafío. Pero eso no es ninguna novedad en una marca que ha conquistado los circuitos más emblemáticos en competiciones de todo tipo. Sí es algo más novedoso, en cambio, lo que acaba de conseguir con un Taycan Cross Turismo: entrar en el Libro Guinness.
El famoso almanaque de los récords ha registrado el singular viaje de un grupo de reporteros a través de EEUU. Tras recorrer 2.274 km entre Michigan y Colorado, obtuvieron en la cima de Pike's Peak la mayor ganancia de altitud para un coche eléctrico, con 4.842,967 metros.
La hazaña tiene también un segundo componente heroico. Y es que J.F. Musial y su equipo completaron el recorrido de forma ininterrumpida en casi dos días. En total, 33 horas y 48 minutos al volante, parando únicamente para recargar la batería y cambiar de conductor.
De la mina al cielo
Dicho esto, es justo reconocer que la plusmarca tiene su truco. Por el lado de la meta, Pike's Peak es una cota sobradamente conocida por la dificultad de acometer su altitud de 4.302 metros. Un sencillo cálculo nos revela que esta mítica cumbre constituye al menos el 80% del perfil ascendido durante el viaje.
Pero además, este récord tiene una clave que no será fácil superar en el futuro. En este caso, es el punto de partida situado en la Mina Eagle de Michigan. Esta excavación es el lugar más bajo de EEUU que puede alcanzarse con un vehículo, teniendo que subir por sus 541 metros de profundidad para alcanzar de nuevo la superficie.
De allí partió el Taycan Cross Turismo, recorriendo los caminos de trabajo de la maquinaria. Junto a la presencia perenne del propio J. F Musial, una caja sellada entre los asientos delanteros guardaba los GPS y altímetros que registrarían la hazaña.
Pero con el cambio del barro por el asfalto no terminaron los problemas, más bien al contrario. La climatología estuvo a punto de arruinar la aventura, con lluvias abundantes y una fuerte amenaza de nieve al poco de llegar a la falda de Pike's Peak.
Aprovechando su experiencia como antiguo participante en esta subida, el piloto Dai Yoshihara completó este último tramo -el más exigente- en menos de 45 minutos y fue el encargado de recibir el trofeo en la cima. Con la tradicional 'foto de familia' final, culminaba un reto que ha puesto a prueba las energías, la concentración y la suerte de estos aventureros. Pero una vez recuperados del cansancio, seguramente quede en sus cabezas una única pregunta: "¿Qué vamos a hacer después?"
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