Normalmente la sección Dolorpasión™ está reservada a coches exóticos de calle, superdeportivos al alcance de muy pocos que han tenido mala suerte en la vida. Pero en esta ocasión vamos a hacer una excepción para mostraros un Porsche 911 GT3 Cup con alma de acróbata.
Ocurrió durante una carrera de la Porsche 911 GT3 Cup en Brasil, cuando el hijo de Nelson Piquet, Pedro Piquet de solo 17 años, tuvo un toque con otro piloto que acabó con el jóven piloto y su coche dando nueve espeluznantes vueltas de campana.
El piloto Ricardo Baptista tocó a Pedro Piquet desplazándolo hacia la escapatoria, con tan mala suerte de que el coche llegó a la zona exterior completamente de lado. Los neumáticos del lado izquierdo del coche se engancharon en la tierra, y el coche comenzó a dar vueltas de campana son control.
En total nueve vueltas de campana en las que el coche golpea contra el suelo con todas las esquinas, destrozando por completo su estructura. El depósito de combustible se rompe y toda la gasolina sale desprendida.
Por suerte, el coche no se incendia y el piloto, por sorprendente que parezca, bajó del coche por su propio pie y solo sufrió heridas leves, demostrando una vez más cuánto ha evolucionado la seguridad en los coches de carreras de hoy en día.