En el mundo del automóvil es fácil defender muchos coches que nos entran por los ojos, nos parecen interesantes o son, simplemente, una bomba en lo que a prestaciones se refiere, pero a la hora de comprar, solemos ser más racionales y optamos por modelos más prácticos o versátiles. Por eso muchos de esos coches que nos gustan no se venden como los fabricantes pensaban.
Hoy hemos elegido siete modelos de diferentes marcas que, si bien podemos defender por concepto, estilo o porque nos atraen, sin más, han supuesto un quebradero de cabeza para quienes los idearon. Las ventas no funcionan, las previsiones no se cumplen y acaban siendo un fracaso, en mayor o menor medida. Algunos, incluso, dejan de comercializarse. Y no, la mayoría no son deportivos innacesibles, sino coches muy normales.