Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla son un caos de tráfico a las 8, a las 9 y a las 10 de la mañana. Y la lista se puede extender a decenas de ciudades de nuestro país. Y a mediodía. Y por la tarde. Luego nos extrañará —o no— que la siniestralidad in itinere (la que se registra en desplazamientos de casa al trabajo o del trabajo a casa) alcance cotas surrealistas en España. Sin embargo, y según revela el ranking ‘Castrol Magnatec Stop-Start 2014’, lo nuestro es una delicia si lo comparamos con paraísos del embrague como son Indonesia, Turquía o México.
El estudio tiene en cuenta las dos principales ciudades de un total de 78 capitales de Asia, Oceanía, Europa y América, y establece la clasificación del tráfico más caótico en función del número de veces que cada año es necesario detenerse y reanudar la marcha en las retenciones. Curioso, como poco. Y sí, la campeona indiscutible de las ciudades rompecoches es Yakarta (Indonesia).
La verdad es que Madrid y Barcelona andan por la media de arranques de motor, mientras que el podio se lo llevan la mencionada Yakarta, seguida de Estambul y México D.F. En el plato opuesto de la balanza figuran Bratislava (Eslovaquia), Rotterdam (Países Bajos) y Tampere (Finlandia), donde sólo deben de parar el motor cuando pasa Santa Claus antes de despegar con su trineo.
Ciudades y detenciones anuales debidas a atascos de tráfico | |
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Yakarta | 33.240 |
Estambul | 32.520 |
Ciudad de México | 30.840 |
Moscú | 26.680 |
Roma | 26.680 |
Madrid | 22.560 |
Barcelona | 20.520 |
Bratislava | 6.840 |
Rotterdam | 6.360 |
Tampere | 6.240 |
Para poner en contexto estos números, los autores del informe explican que se considera como normal realizar 8.000 paradas anuales. Por debajo de esta cifra las ciudades son paradisíacas para los conductores, y por encima de ella se considera que el tráfico es "pesado" (sic). A partir de 18.000 paradas se considera que los atascos son perjudiciales para la salud del motor, ya que las continuas aceleraciones y detenciones no van acompañadas de una temperatura en el bloque y una lubrificación acordes con la exigencia a la que se ven sometidos los vehículos.
Los sistemas más afectados por estas circunstancias son, según los responsables del 'Castrol Magnatec Stop-Start 2014', el mismo motor, con los cilindros, las bielas y el sistema de refrigeración a la cabeza, el embrague, los frenos y los circuitos antipolución en los coches diésel, tanto en lo que se refiere al filtro de partículas como a las válvulas EGR.
Vía | El Correo