Unos alumnos de la escuela DeLaSalle de Kansas City y sus profesores han conseguido construir un coche eléctrico con el que afirman haber conseguido el record mundial de eficiencia. Las pruebas las han realizado en la pista de pruebas que Bridgestone tienen en Ohio y ya han solicitado su inclusión en el libro Guinness de los records.
El coche los han construido sobre un Indycar del 2000 del fabricante británico Lola. Los alumnos, con ayuda, han conseguido fabricar el motor, la transmisión la propulsión y también la carrocería de plástico. El resultado sorprende bastante por ser transparente y por los buenos resultados que han conseguido.
Según afirman han conseguido una eficiencia equivalente a 300 millas por galón (0,78 l/100 km), bastante mejor que los datos afirmados por General Motors para su Chevrolet Volt, aunque el Volt es un coche para cuatro personas utilizable en el día a día. Pero también estamos hablando de alumnos de instituto (bien asesorados) contra una multinacional que se puede permitir los mejores ingenieros.
La verdad es que una multinacional te patrocine un proyecto de este tipo tiene que ser tremendo, no me imagino yo a ninguna empresa haciendo lo mismo por aquí. Los de Bridgestone no lo han hecho por pura caridad (les permite experimentar con sus neumáticos, publicidad…) pero también los chavales se han beneficiado de una experiencia bastante buena.
Si unos alumnos de instituto son capaces de poder alcanzar cotas de eficiencia que no se habían visto antes, parece que todavía queda mucho que hacer en el campo de los coches eléctricos. No obstante, me parece, que lo que quiere el consumidor típico más que una mejora tan brutal de eficiencia es que las baterías se carguen rápido en las futuras “electrolineras”.