La flota de helicópteros Pegasus de la DGT cuenta con un efectivo menos desde hace unos días. Una de las aeronaves que utiliza la Dirección General de Tráfico para cazar infractores desde el aire se accidentó.
El suceso tuvo lugar tras una maniobra de aterrizaje de emergencia en la localidad madrileña de Robledo de Chavela. Por suerte, no hubo que lamentar ningún herido, por lo que todo podría haber quedado en un susto, sin embargo, ha trascendido que el piloto de ese helicóptero dio positivo en drogas después del suceso.
Positivo por partida doble
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Se estrella un helicóptero pegasus de la #DGT en un aterrizaje de emergencia
Heridos leves
Robledo de Chavela, Madrid pic.twitter.com/UuwYCzzAUu
Siempre que no sea de noche y el tiempo lo permita, los helicópteros Pegasus de la DGT sobrevuelan las carreteras españolas para buscar infractores a través de su preciso equipo de cámaras y radares. Gracias a ello, miles de conductores han sido multados por exceso de velocidad o conducción temeraria.
Lo que nadie esperaría es que uno de los pilotos de esos helicópteros se atreva a volar en una de las condiciones que más persigue la DGT a través de sus múltiples controles: bajo los efectos de las drogas.
Hemos sabido que pilotaba en esas circunstancias la aeronave porque el helicóptero Eurocopter AS355 del que estaba a los mandos tuvo un accidente hace unos días, aunque no han trascendido las causas de ese percance.
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Como sucede en cualquier accidente, el piloto del helicóptero Pegasus que se accidentó en Robledo de Chavela tuvo que someterse a pruebas de alcohol y drogas, como indica el protocolo.
Sorprendentemente, dio positivo en cocaína y anfetaminas, por lo que los agentes del instituto armado acabaron arrestándolo, como recoge El Confidencial.
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El mismo medio de comunicación señala que el titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de San Lorenzo de El Escorial atribuye ahora a este piloto la comisión de un posible delito contra la seguridad aérea.
Aunque ya ha sido puesto en libertad, la atribución de este posible delito implica que el mismo juzgado pueda reclamar al piloto, siempre que sea necesario, que se presente en dependencias judiciales.
