Hoy martes día 29 de abril se cumplen 10 años desde la desaparición de la marca norteamericana Oldsmobile, del grupo General Motors. El último coche en salir de la factoría de Lansing, en Míchigan, fue un Oldsmobile Alero GLS 4 puertas, un sedán compacto de dos o cuatro puertas (ese de de la foto de ahí arriba).
A pesar del éxito que habían tenido varios modelos de Oldsmobile, las cuentas de la compañía no terminaban de ir bien en los años 90. Las ventas y los beneficios bajaban y General Motors no tenía interés en mantener la marca en ese contexto. Las últimas 500 unidades que se fabricaron, de todos los modelos que tenía Oldsmobile entonces, fueron una edición especial en color rojo cereza oscuro con el emblema Final 500.
Oldsmobile era una de las marcas de coches más antiguas que había en el mundo, y la más vieja de las americanas. Se había fundado en agosto de 1897 por Ransom E. Olds, en Lansing, en el Estado de Míchigan, a unos 145 km al oeste de Detroit.
En sus 107 años de historia fabricó unos 35,2 millones de coches. En 1901 fabricó 425 unidades, y durante unos años fue la marca de automóviles más vendida de EE.UU. General Motors compró la compañía en 1908. En 1939 Oldsmobile fue el primer fabricante de coches de producción en masa en ofrecer una transmisión totalmente automática, llamada Hydramatic, de cuatro velocidades (que también utilizó Cadillac).
En los años 50 los modelos de Oldsmobile con el motor Rocket V8 se consideraban los coches más rápidos del mercado. En los 70, Oldsmobile dejó para los amantes de los muscle cars el Oldsmobile 442/W-30 Coupé. En los 80, el Oldsmobile Cutlass fue uno de los coches más vendidos de los Estados Unidos. En los 90 los modelos de la marca perdieron mucha calidad, y eso fue la perdición de la marca.
Fotos | DougW, Sigmund Vía | Left Lane En Motorpasión | General Motors Motoram 1956 y el entusiasmo por los cohetes
